Mi madre, mi amante.
Fecha: 23/09/2021,
Categorías:
Incesto
Tus Relatos
Autor: Jorge, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
... placer, cada vez que pasaba la lengua por su vulva ella se retorcía y pegaba unos gemidos cada vez más grandes, así seguí durante unos minutos hasta que sentí el primer chorro de su corrida, me bebí aquel líquido de su vagina y lentamente fui subiendo mientras besaba todo su cuerpo. Cuando tuve su rostro en frente ya no veía a mi madre, veía a Maria, mi mujer. Entonces la bese con pasión, apretando su pecho contra el mío, ella me respondía con fuego, entonces con una mano acomode mi polla en la entrada de su vulva que palpitaba de lujuria y poco a poco fui penetrandola, suavemente, quería sentir el calor de sus entrañas y con un suspiro de ambos estaba dentro. Empezamos a movernos lentamente, ella y yo empezamos un delicioso baile en la cama que fue subiendo de intensidad hasta que llegó a un frenesí loco en el que cada vez se la hundía más profundo y rápido. Empecé a besarla en los pechos dando pequeños mordisquitos a sus pezones, al cabo de un rato sentí el delicioso sabor de su leche en la lengua, le brotaba abundante y se mezclaba con nuestro sudor empapandonos baje mis manos por su cintura y me puse de rodillas levantandola, se acomodo con las piernas apretando mi espalda, yo sentía todo su cuerpo tembloroso de placer, el olor de nuestro sudor y fluidos me estaba embriagando, el tacto de su piel, de sus pantimedias húmedas y rasgadas por mis dedos, yo empecé a empujar mi verga hasta lo más profundo de la mujer que ya para entonces era mi ...
... mujer, no mi madre. Ella apretaba los labios de su vagina con ansias, me daba pequeños mordiscos en el cuello y me arañaba la espalda. "Así, mi amor, no pares" Yo no paraba, no quería parar entonces la volví a sujetar por el pelo y la acosté de espaldas en la cama, recorrí con la lengua toda su espalda y sus muslos, me detuve en la entrada de su culo pero me dije que eso sería para otra vez, con mi mano levante su pelvis hasta tener su coño a la altura indicada, apoye una mano en sus nalgas y con la otra agarre firmemente su cuello para asfixiarla un poco y sin decir nada se la metí hasta adentro de un solo empujón, ella pego un grito de placer y dolor, su vagina estaba caliente y húmeda, la sentía palpitar con cada embestida, ella se incorporó se dio la vuelta y me atrajo hacia ella, nos dimos otro gran beso y se tumbó bocaarriba atrayendome hacia ella, volvió a apretar las piernas al rededor de mi cadera y yo volví a empujar, entonces con un gemido enorme volví a sentir como se venía, yo no aguante más, hundí mi lengua en su boca para acallar sus gemidos y con un estertor y una sensación de electricidad me corrí dentro de ella, el semen se arremolino y chorreo a lo largo de mi verga, mientras que el chorro más grande salía de su vagina aún palpitante.
Me tumbe a su lado, ella me abrazo y me dijo las palabras que yo tanto había deseado oír. "Desde hoy soy tu mujer, tu no tienes madre, tienes una mujer que te ama. Tratame como tu hembra, mi amor".