Mi madre, mi amante. - Relatos Eróticos

Mi madre, mi amante.

... una descarga eléctrica que me paralizó por completo. "Mira, se como me miras desde hace un tiempo y yo me he dado cuenta de que eres un hombre, también te miro". "Vivimos juntos, hacemos casi todo juntos, y no me mientas se que quieres esto". Al decir eso se echo un paso atrás para que la viera, llevaba un vestido azul ceñido que dejaba un hombro al descubierto,  unas pantimedias claras hasta los muslos y sus eternos tacones altos. "¿No es esto lo que quieres?, puede que esto si". Y sin decir más bajo por su hombro el vestido hasta la cintura. Ahora podía ver claramente, llevaba puesto un bra din tirantes que dejaba al descubierto sus pechos hermosos hasta los pezones,  se lo quito con un movimiento y volvió a acercarse hasta apretarse fuerte contra mi pecho. "Solo he sido mujer de uno, ahora quiero ser la tuya y tu quieres que lo sea". Una vez dicho eso algo se apoderó de mi, deje de pensar, mis labios buscaron los suyos y nos fundimos en un beso largo, un beso tan intenso que no me dio tiempo a ver que mis manos sujetaban a la mujer que había sido mi madre, una mano la apretaba por la cintura hacia mi y la otra la tenia sujeta por el pelo apretando más el beso que nos dábamos con placer.
Sus pechos subían y bajaban con cada respiración,  entonces la agarre más fuerte por el pelo y baje su cabeza hasta mi bragueta, ella entendió al instante. Con manos hábiles desabrocho el cinturón y con mucha calma saco mi polla de entre los calzoncillos, beso la punta del grande ...

... suavemente y comenzó a recorrerlo con la lengua. "Que buena herramienta gastas" me dijo en un murmullo mientras seguía lamiendo, yo con mi mano empuje su cabeza y ella poco a poco se la fue metiendo en la boca hasta que estuvo toda dentro, empecé a moverme despacio y ella tragaba mi polla con ansia y calma a la vez, la saboreaba con la lengua y con ella bajaba hasta lamerme los huevos,  poco a poco y rápido a la vez hasta que no pude más y apretando su cabeza contra mi verga acabe soltando un chorro enorme de semen.  Ella se sacó mi polla de la boca, se limpio y me dijo que había sido muy rico. "Vamos a nuestra alcoba, mi amor" me pidió. Yo la tomé por la cintura y la encamine. Llegamos a la alcoba que había sido de ella y de mi padre. Ella me abrazo y me terminó de quitar la ropa, yo la imite y terminé de quitarle el vestido, durante un momento antes de quitarle las bragas me detuve y pasé la nariz y la lengua por encima de la tela húmeda, olía a sexo, a deseo,  olía a hembra. Sin perder más tiempo terminé de quitarle el vestido y las bragas dejándola solo con los pantimedias puestos, el roce de sus piernas me excito muchísimo pero esta vez era a ella a quien tenía que hacer disfrutar. La tumbe en la cama y hundí mi boca entre sus piernas, el sabor era delicioso,  pasé mi lengua con calma a lo largo de su vulva,  la recorrí haciendo pequeños círculos y me detuve en el clitoris,  se lo empecé a chupar lentamente y jugar con mis dedos entre sus labios vaginales, ella empezó a gemir de ...