Pregunta Comprometida 6 - Relatos Eróticos

Pregunta Comprometida 6

... más caliente que vos! ¡Denisse tendría tantas ganas como yo!
-¿Ahora querés coger?
-¡Me muero de ganas!
	Nos pusimos de costado, frente a frente. Nos abrazamos. Laura puso una pierna sobre mi cadera, y acompañando mi pija hasta su concha, la fui metiendo despacito…, despacito, como nos gusta. Con la mano que le quedaba libre, y podía mover, se acariciaba el culo, metía un par de dedos en el ano, aprestándolo para la próxima, la estiraba hasta la concha, se acariciaba el clítoris y rozaba con las yemas el tronco cada vez que salía. Así empezamos un dinámico pero tranquilo mete y saca. Como nuestros rostros estaban frente a frente, nos besamos y lameteamos el rostro. Estuvimos varios minutos en esa posición. Me coloqué boca arriba y Laura se montó de espalda, recostándose contra mi pecho. Con ambas manos tomé sus tetas, Laura giró su cabeza y nos besamos. Siempre que podíamos nos besamos. Laurita se sentó y comenzó a cabalgar suavemente. Entraba y salí, entraba y salía. Por momentos su movimiento, apoyada en las piernas, hacía escapar la pija. Ella solícita la volvía a introducir. Se la enterró hasta el fondo, y totalmente apoyada en mí, comenzó a mover solamente las caderas, sin levantarse. ¡No había ningún peligro que se “escapara”.
	Plosh…plosh…plosh… El ruidito característico de los juguitos… Ambos gemíamos de placer.
-¡Aaaahh! ¡Papiiii! ¡Aayyy! ¡Qué rico! ¡Cogés como los dioses!
-¡Jajaja! ¿A cuántos dioses te cogiste?
-¡Cuándo estuve en el paraíso me cogí a todos! ...

... ¡Ahora también estoy en el paraíso!
	No dejaba de apretar sus tetas. Nos volvimos a poner de costado. Esta vez cucharita. Nuevamente Laura colaboró para meterla, pero antes se acarició el clítoris con mi glande. Giraba su cabeza y nos lamíamos y besábamos. Giró su cuerpo un poquito y tuve una teta en mi boca.
	Ahora, nuevamente a cabalgar, pero de frente. Como siempre su cabalgata es maravillosa, sobre todo por los saltos de las tetas! Para que no le salte tanto se apoyó sobre mí pecho. Eso es muy bueno; el roce del clítoris con mi pelvis la estimuló. ¡Un estremecimiento y un espasmo!
-¡Me viene papi! ¡Me viene! ¡Aaaaaahhhhh! – Su catarata fue genial. Como estaba arriba derramó todos sus jugos en la pija, los huevos y mis muslos…
	Se tiró sobre mí. Nos abrazamos y besamos
-¿Cómo estás?
-¡Listo! – Entonces se levantó. Hice lo mismo y me paré junto a la cama. Ella se arrodilló. Me tomó de los muslos. Abrió la boca y sacó la lengua. Guié el glande entre sus labios. Saltó el primer chorro.
Apretó la cabeza con los labios. 
-¡Aaagggg!
Seguí sacudiendo la pija… y vertiendo en su boca. Tragaba con una sonrisa y los ojos bien abiertos. Sus mejillas se hundían mientras chupaba. Cuando tragó todo se paró y nos besamos hasta el alma!
-Estoy más tranquila. Seguí contando…

	“Denisse se sentó en el borde de la cama levantándose la pollera. «¡Ay Denisse! Te veo así…, me darán ganas de nuevo.» «No importa. ¡Todo lo que quieras! Bajame la bombachita.» Yo pensaba de donde habrá ...