Mi sobrina me deja masturbarla - Relatos Eróticos

Mi sobrina me deja masturbarla

... molestaba mi mano en su pierna, me dijo que no, pero que sentía raro porque recordaba un poco a su novio. Le dije el te hacía esto? Y comencé a acariciar su piernita, de arriba hacia abajo. Ella cerró los ojos un momento e hizo cara de placer, pocos segundos después cayó en lo que estaba pasando y me quitó la mano.
En ese momento me di cuenta de que la deseaba muchísimo y de que ella también me deseaba, ya ibamos a la mitad del camino y le dije
Oye sobrina, eres una niña muy linda sabes? Cualquier hombre estaría feliz de tenerte para él, pero tú te mereces a alguien que esté a tú nivel y que te sepa complacer.
Ella se quedó callada y muy seria me dijo ¿Qué quiere decir tío?
Para lo cual no aguanté más y le dije: sobrina, imagínate... 
si te he podido dar placer en unos pocos segundos que solo toqué tu pierna, imagínate qué pasaría si me dejaras consentirte justo como tú te lo mereces?
Se quedó completamente muda y me dijo ¿Qué quiere hacer? ¿Me dará besos? 
Me detuve donde sabía nadie nos iba a molestar y le dije, "te daré besos en un lugar muy especial", para esto ya la tenía durísima, me acerqué a ella y con mi mano comencé a tocar suavemente sus labios a través de su ropita interior... Ella estaba temblando... No sabía que hacer, al mismo tiempo la giré hacia mí, dejándola de espaldas al vidrio de la puerta, cuando volví a poner mi mano ,ella ya está a abriendo más sus piernitas y su ropa interior está a mojadisima, sabía que me deseaba, no quise asustarla ...

... metiéndole luego luego los dedos, así que le bajé su calzoncito que estaba deliciosamente mojado, olía riquísimo, todavía más que cuando dejó su manchita de placer en su ropita, esta vez estaba frente a mi sin nada ni nadie que hiciera algo...
Entonces quise complacerla primero lamiéndole sus hermosos labios depiladitos cuando acerqué mi cara para olerla tal cual ella cerró las piernas, y se quería quitar, para lo cual la jalé fuertemente hacia mí a modo de que supiera que nada de lo que hiciera me detendría, empecé desesperado a comerme su vaginita que por cierto estaba goteando de tan húmeda que estaba... Ella comenzó a soltar unos gemidos deliciosos y se movía demasiado, quería quitarse, apretaba mucho las piernas, y se intentaba levantar, para lo cual yo se las abría una y otra y otra vez me excitaba demasiado la idea de que ella pusiera resistencia... Cada vez que ella me pedía parar, yo la apretaba más y más fuerte ... Mis dedos ya estaban marcados en sus muslos 
Y al mismo tiempo más mojada se ponia me agarraba del cabello y de la cabeza, unos minutos desoues, ella me gritó que por favor parara, que le dolían mucho las piernas y que la estaba lastimando, pero yo ya no podía parar, bien sabía que ella estaba a punto de soltar un enorme orgasmo... Gritaba "ya, ya, por favor, ya", así que decidí darle más placer, comencé a morder y succionar fuertemente su clitoris... Ella no paraba de gritar y de gemir riquísimo, me dijo que le estaba doliendo muchísimo, pero yo sabía que eran ...