UNA NUEVA AURORA: La primera sumisión. - Relatos Eróticos

UNA NUEVA AURORA: La primera sumisión.

... sus pechos ya hidratada los notaba aún más dispuestos al placer, se entretenía haciendo círculos con las palmas de las manos en sus sensibilizados e hinchados pezones, sin perderlos de vista, su mirada iba del uno al otro sin parar,hacía que cabecearan ligeramente rozándoles con ellas al principio, los doblaba por completo a los pocos segundos, para terminar por presionarlos hasta hundirlos en sus pechos, notando como se clavaban en las palmas de sus manos a la vez que les frotaba subiendo y bajando sus manos. Esto hacía que se excitara aún más, la tersura de su piel, la dureza de sus pezones, la suavidad que proporcionaba la crema, el notar todas y cada una de las líneas de las palmas de sus manos según las hacía describir círculos rozando la punta de sus pezones y, sentir sus pechos atados, notar esa basta cuerda clavarse en ellos hacía que de su sexo brillara reflejando la luz.