Mi mujer me tortura y me prepara para que me coja un tipo
Fecha: 25/07/2023,
Categorías:
Bisexuales
Autor: Qurioson, Fuente: CuentoRelatos
... insultándome y burlándose de mi.
Después de unos minutos teniéndome así, dijo...
-voy a tener que moldearte las tetitas, quiero que tengas los pezones aplastados, así que voy a ponerte unas pezoneras para darles forma.
Tragué saliva imaginando lo que iba a hacerme, los agarró y sentí que algo me los apretaba fuertemente, me puso unos broches que los presionaban mucho, traté de quejarme, pero no se me entendía nada por la mordaza, los sonidos guturales que soltaba eran ininteligibles y ella se reía en mi cara, mientras el dolor crecía y mis lágrimas caían por mis mejillas. Luego de varios minutos me fui acostumbrando al dolor, pero seguía siendo muy intenso, al verme llorar me insultó más...
-que marica sos, me das asco, lloras como una nena, no tenés vergüenza, sos una mariquita patética.
Esas palabras solo lograban angustiarme y avergonzarme más, entonces decidió que necesitaba castigarme aún más por no soportar lo que me hacía y quejarme como una nena, me pegó varios cachetazos en la cara y luego azotó mis nalgas con la mano abierta hasta que dijo que tenía mis cachetes bien colorados y yo sentía que me ardían.
Me hizo agradecer cada azote y contarlos uno por uno hasta que me aplicó 30 de cada lado.
El agradecimiento dijo que era porque el castigo era por mi bien, para que aprenda a comportarme y a obedecer, por otra parte debía hacerlo porque le estaba dando mucho trabajo, y su esfuerzo merecía una recompensa.
Me quitó la mordaza porque dijo que ...
... quería escucharme chillar como una cerda y suplicar por lo que venía, agarró el consolador que tenía en el culo y me empezó a coger con él, sacándolo casi por completo y volviendo a meterlo hasta el fondo violentamente.
-Por favor no sigas, basta por Dios, me estas rompiendo el culo, basta, ay, sacame eso, ahhh me duele, hija de puta, soltame te lo suplico, no puedo más.
Se enojó aún más por tutearla y faltarle el respeto, me arrancó los broches de golpe, que me quedaron ardiendo, las piernas me temblaban, los brazos se me acalambraron de tanto tenerlos atados hacia atrás y sentía mi cola reabierta.
Me pegó varios cachetazos en mi porquería durita, haciéndola bambolear como un badajo, me apretó nuevamente los pezones haciéndome gritar, porque ya estaban muy doloridos.
Me torturó gran parte del día, a la noche estaba muy cansado, dolorido y hambriento, me puso un balde con agua para que pueda beber algo como un perro, se sentó a la mesa a cenar y me tiró unas sobras de pollo al piso, me sentía desfallecer, y las comí del piso. Nunca me sentí peor en mi vida, luego mientras ella cenaba me hizo chuparle sus hermosos pies, eso era un gran premio para mi, y una muestra de conmiseración hacia mí.
Igualmente mis ojos seguían llenos de lágrimas.
Después de cenar ella, me hizo poner de pie y caminar de un lado al otro del comedor, moviendo mi cuerpo como una mujer y teniendo una actitud femenina y sensual.
-vamos putita, quiero verte muy femenina, practicá para el ...