Mi mujer me tortura y me prepara para que me coja un tipo
Fecha: 25/07/2023,
Categorías:
Bisexuales
Autor: Qurioson, Fuente: CuentoRelatos
Esto sucedió antes del relato anterior y se traspapeló, pido las disculpas correspondientes.
Como les conté en mi relato anterior, la noche en que vi a Carlos hacerle el culo a mi mujer, no pude contener mi excitación al verla gozando como una perra, y a pesar de llevar mi cinturón de castidad y no poder ni tocarme siquiera y mucho menos masturbarme, no pude evitar eyacular, cosa que tenía terminantemente prohibido por ella, para ese fin era que tenía colocado el cinturón, Alicia me castigaba de esa forma tan cruel, yo no era dueño ni de mi propio orgasmo, esa era una manera inequívoca de enseñarme que soy un ser inferior, que no tengo derecho a sentir placer y que solo estoy a su lado para servirle.
Haber acabado sin autorización, aunque haya sido involuntariamente, era una falta gravísima y debía ser castigado, a la mañana siguiente comenzó el calvario.
Como era sábado no debía ir a trabajar, así que tenía todo el fin de semana y encima el lunes era feriado, así que tendría tres días completos para torturarme.
Comenzó quitándome la tanga que me obligaba a usar, y volvió a ponerme la correa de perro en el cuello para tenerme de aquí para allá tirando de ella, luego ato mis manos juntas a mi espalda, por lo que supe que no me iba a hacer caminar en cuatro patas, pero me hizo arrodillar en el piso, se acercó a mi y vendó mis ojos para que no vea cada paso que iba a dar, cada cosa que iba a tomar en sus manos y cada cosa que iba a hacerme hasta que yo lo sintiera ...
... en mi piel, esa incertidumbre y el miedo que tenía a lo desconocido, provocaba más mi excitación, mi porquería como ella llamaba a mi pequeño pene, estaba durita dentro de la jaulita que la contenía encerrada.
Obviamente eso me provocaba dolor y mucha incomodidad, pero bueno, eso era parte de su diversión.
Así en cuclillas sentado sobre mis talones, me hizo poner el torso bien erguido, por lo que mi ano quedó bien abierto, colocó en él borde un consolador que apoyando su base en el piso, se clavó en mi agujerito, luego me hizo aflojar el cuerpo y el dildo entró solo hasta por lo menos la mitad, luego sentí que primero acarició suavemente mis pezones, ya dije otras veces que tengo muchísima sensibilidad en ellos y cualquier cosa que me hagan, me calienta, incluso hacerme doler, sabía que esas caricias no iban a durar mucho tiempo, después de comprobar que se me habían puesto duritos, los agarró entre dos dedos y me clavó una uña en cada uno, el dolor fue terrible y empecé a llorar y gritar.
De inmediato me puso una mordaza en forma de pelota casi de la medida de una de tenis, adosada a un cinto que ajustó a mi nuca.
Entonces, mis ojos vendados, mis manos atadas por detrás mío, sentado sobre mis talones con una pija artificial clavada en el orto, con una pelota en la boca y clavándome las uñas en los pezones, mi pija parada dentro de su jaulita, completaban un escenario horrible para mi, para cerrar la escena Alicia se paseaba alrededor mío, humillándome verbalmente, ...