1. Viaje en tren


    Fecha: 08/07/2023, Categorías: Confesiones Autor: Lustsins, Fuente: CuentoRelatos

    ... caliente además de ver el blanco en su mirada, cuando sus ojos se viraron de placer no tiene precio alguno. Pase a sentir como hundía sus uñas en mi pecho, para sin pena alguna dejar salir un sabroso gemido de placer cercana a mi oído. Toda una estupenda orquesta. Esto sí que era la gloria señores, un show inédito. Mientras el tren viajaba de retorno, a medio camino aquella italianita retumbaba en mi verga, clavándose ida y vuelta sin piedad alguna. Yo miraba cantando la zona por si alguien se acercaba, pero ya tan de noche, no había moros por la costa. Decidí a reponerme sentado mientras ella gozaba y ahora sí con toda libertad tomar esas hermosas tetas en mis manos. Alce su blusa y logré contemplar unos hermosos y grandes pezones, rosados, paraditos, divinos, los cuales apreté y pellizque con mis dedos sutilmente antes de llevarlos a mi boca.
    
    Ya nuestros cuerpos se habían unido por completo, eran uno solo. Ya nada ni nadie importaba. Tamara se había unido a mí en aquel tren, el cual la había llevado junto a mí a un inolvidable viaje, no sé si era en venganza a su cabrón novio. O si era cuestión del destino, solo sé que fui suyo y ella mía, y cada segundo de mi dentro de ella valió la pena.
    
    Ella continúo subiendo y bajando, meneándose de un lado a otro, disfrutándome tanto como yo a ella. Me dije a mi mismo: “cuando coges con alguien de otra nación debes demostrarle quienes somos como venezolanos para que cuando escuche Venezuela automáticamente se le venga a la ...
    ... mente ese momento”. Y como buen macho alfa que soy me levanté, y teniéndole cargada en el aire comencé a darle unas buenas embestidas. Le recosté junto al vidrio de la ventana y aquel paisaje fue testigo de tan pornográfica escena. Cada vibración del tren en esos rieles se sentía en mi pene chocando contra su raja: Una y otra vez le daba fuertes embestidas. Mientras la luz de la luna se iba dando paso, nosotros seguíamos comiéndonos.
    
    Bajé sus temblorosas piernas al suelo y sin sacar ni un segundo mi verga de su divino chochito la fui girando hasta tenerla de espaldas a mí y poder contemplar ese carnoso culo a todo dar. Yo pensaba haber llegado a la gloria pero que va, lo bueno apenas estaba por llegar. Todo ese escenario desato una nueva fuerza en mí y creo que también en ella. Mi lado oscuro, mi lado obsceno y malvado se enfrentó al suyo. La tomé por la base de su cuello y apreté en mi puño su pelo y con la otra mano sujeté su nalga para tener amarre y firmeza entre ella, el cristal del ventanal y yo no tenía donde ir.
    
    Gire su torso hacia mí, dejándome ver sus lindas tetas y su carita. Ya se había tornado traviesa y la bese al mismo momento que la taladraba. Su aliento empañaba el vidrio con cada respiración y yo con firmeza me enterraba más en ella. Era mucho placer, su inundado coño había hecho un charco en el asiento de aquel vagón. Ella apretando mis labios con sus dientes acerco su mano a mi verga la saco y la dirigió a su ojete y con par de roces lubrico su culo con ...
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