Yago (Introducción)
Fecha: 27/06/2018,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: dont343, Fuente: CuentoRelatos
... morral... y después de coserle esa profunda brecha, cuidadosamente, y aplicarle un ungüento que llevaba en una pequeña cazoleta de cerámica, empezó a enrollarle una de las vendas a la cabeza.
La enrolló, cubriéndole la nuca y la parte superior de la frente… y luego, le miró a los ojos
- ¿Cómo te llamas, muchacho?
- ¡Yago!…
... ¿y tú?…
... ¿quién eres?. ¡No pareces una criada!
- ¡Soy la curandera del castillo!… pero, por el momento, es mejor que todo se quede así, muchacho. ¡Procura descansar!
Se levantó y llamó al carcelero.
Mientras tanto, en los calabozos mas profundos del castillo, algunos prisioneros hacían chanzas con la falta de interés mostrada por el capitán Salazar, esa noche.
- ¿Hoy no te quiere ver el Marqués?, le preguntaba en tono burlón, un flaco y encorvado, de la celda de al lado, a Pedro; un joven agraciado que estaba sentado junto a Tinet en ese momento.
Y varios prisioneros; no solo de su celda, si no de las celdas colindantes, se rieron dando grandes risotadas y haciendo aspavientos amanerados... (Dando a entender, que el Marqués lo usaba por las noches, para disfrutar de su cuerpo, casi a diario).
Y así, estuvieron durante un buen rato, diciendo todo tipo de cosas para reírse… al tiempo que, excitando sus propios ánimos; ya que sabían, que el chico hubiera perdido la vida si no hubiera transigido con los deseos del puto Marqués.
Pedro, también se reía... y respiraba tranquilo las noches que no venían a por él. Aunque, cada vez estaba más demacrado.
Nicolás y Tinet, que también estaban heridos, empezaban a sentir la mosca que tenían detrás de la oreja, pensando en su amigo y protegido, Yago.