Cuando Mark me descubrió
Fecha: 26/06/2018,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: Elegos, Fuente: CuentoRelatos
... estaba preparado y en cuanto encaró mi polla con su ano y se dejó caer le metí una embestida del quince. Se le metió toda entera, hasta los huevos. Soltó un quejido agónico que ahogó con mis besos.
Poco a poco, empezó a moverse arriba y abajo. Mi polla estaba dentro de su culo dándolo todo. Me dolía de lo empalmada que estaba y esto a él parecía excitarle aún más. Se volvió a empalmar. Empecé a pajearlo, me encantaba, ver que se derretía de placer. Cuando eso pasaba me besaba con mucha pasión. Ahora que tenía sus pezones al alcance, empecé a chuparlos mientras le hacía una buena paja. Se me volvió a correr. Nos llenó a los dos el abdomen y el pecho de líquido blanco, y mi mano. La miré y me la llevé a la boca. Su semen sabía diferente al mío. Él suyo era indudablemente más dulce.
Esto pareció volverle loco. Me tumbó y se dio la vuelta. Ahora tenía una magnífica vista de su espalda. Toda fibrada. Tocar su culo era genial. Pero me aburría. Le cogí de los hombros y se quedó tumbado encima de mí, mientras mi polla seguía en su culo. Ahora era yo el que embestía y llevaba el ritmo. Esto me gustó más. Sus besos me indicaban que lo hacía bien. Lo tenía cogido por la cadera con ambas manos. Pero entonces, me rozó su enorme polla. Y pensé que a lo mejor esa maravilla era capaz de soltar su leche otra vez. Se la cogí y esta apostura era bastante estable. Mis embestidas hacían que lo pudiese aguantar y pajear al mismo tiempo. Me quedaba una mano libre, le pellizqué con mucha ...
... fuerza los pezones. Él aulló como un lobo y entonces le metí los dedos en la boca.
Se corrió. Sus convulsiones fueron brutales. Su agujero se cerró y estrechó. Casi se me salió, así que embestí con todas las fuerzas. Al hacerlo llegué el éxtasis, me corrí. Al principio dentro. Pero después de la tercera embestida se salió y le solté dos andanadas más en la entrada de su culo. El mundo se detuvo y tardé en volver a respirar. Creo que había chillado de placer, pero no me escuché. Él se había girado y encima de mí me estaba dando besitos cariñosos.
Finalmente, después de 10 minutos o así, nos levantamos y fuímos a la ducha. Me metí en la ducha y no me importó que él se metiera detrás de mí. Me enjabonó un poco, luego se le cayó el jabón. Lo recogió con dulzura mientras su culo rozaba mi polla. Yo lo enjaboné en profundidad, explorando cada centímetro de su cuerpo. No entendía como había podido disfrutar tanto con un hombre y mis manos estaban buscando la respuesta. Antes de que pueda saber cómo pasó, mi polla estaba otra vez dentro de él.
Unas horas más tarde volviendo de la nevera, al entrar en la habitación me lo encontré tirado en la cama. Está boca arriba, desnudo, su polla flácida caía hacia la derecha. Esa pierna estaba ligeramente flexionada. Los dos brazos estaban por encima de la cabeza. Dormía como un angelito. Pero solo pensaba en meterme esa polla en la boca. Me tumbé a su lado y lo abracé. El abrió un ojo, se desperezó y me preguntó como si tal cosa —¿Qué pasa? ...