CHICA EXCITADA EN UN MARTES DEL CLUB DE LAS BRAGAS
Fecha: 23/06/2018,
Categorías:
Lesbianas
Autor: isabela, Fuente: RelatosEróticos
Dedicado a las chicas de: “El club de las bragas rosa”
Era otro martes y ella se disponía a colocarse su tanguita rosa, aquella con la inscripción del nombre que tanto la excitaba en el lugar que iba a dar a su vagina, pasó la tanga por sus piernas, mientras se ponía la prenda se miraba desnuda en el espejo de su peinador, miraba su pubis, los pelitos ya habían crecido y hacían una mata oscura, pensaba en que esta noche debería pasar la afeitadora por ahí; agarro la tanga por los bordes de los costados y la deslizo suavemente por sus muslos hacia arriba mientras seguía mirando su pubis. Cuando la tanga llego a cubrir su vagina sintió esa sensación en su interior que le producía un espasmo en su vientre y que hacía que su vagina se relajara casi abriendo sus labios vaginales, la sensación aumentaba cuando sentía llegar la tela de la tanga encima de su vulva, casi podía sentir cada una de las letras que formaban ese nombre y que se apretaba en su pubis.
Terminaba suspirando hondamente, sintiendo sus pezones hacía afuera y endurecidos, luego se terminaba de acomodar la tanga subiéndola bien por encima de sus caderas y sintiendo como se metía la delgada tira de tela de la tanga entre sus nalgas, con una mano se acomodaba esa tira de tela en medio de sus nalgas, luego agarraba sus sostén y metiendo los brazos, lo subía hasta cubrir sus excitados pechos, después de cerrar los broches, acomodaba cada uno de sus pechos dentro de las copas, suspendía bien los hombros, y se ...
... ponía una faldita corta como todos los martes, le encantaba andar con las piernas desnudas sintiendo su tanguita debajo, y terminaba de vestirse colocándose una blusita encima.
Salía de casa ya de hecho excitada, dispuesta a disfrutar de otro martes excitante lleno de flujos vaginales y momentos que la llenarían de sensaciones provocativas, pensando en que muchas otras chicas estarían sintiendo lo mismo en dondequiera que se encuentren. Al mismo tiempo que excitada estaba expectante, esperando a que se llevara a cabo la actividad de ese día como todos los martes.
Subió al bus, todos los asientos estaban ocupados así que le toco ir de pie, se agarró bien del pasamanos, llevaba los libros y el cuaderno de la facultad en la otra mano, también agarraba su móvil, acomodó los libros en su antebrazo apretados a su cuerpo y solo mantuvo el móvil en la mano porque sabía que en cualquier momento podía llegarle el primer mensajes del día. Iba un poco nerviosa, más que nerviosa excitada pero no quería que la gente a su alrededor se diera cuenta de aquello. Bajó la cabeza para mirar su móvil, se encendió la pantalla, no había ningún correo nuevo, miró distraídamente por las ventanillas que tenía en frente, luego apoyó su cabeza en su brazo, aquel con el que se agarraba del pasamanos; se tranquilizó un poco, estaba a punto de cerrar los ojos y tomarse un respiro, cuando de pronto sonó su móvil, le había llegado un nuevo mensaje, se puso alerta de inmediato. Levantó la cabeza mientras ...