1. Memorias inolvidables (Cap 9): Comprometidos hasta la muerte


    Fecha: 22/03/2023, Categorías: Gays Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos

    ... la polla a José. Este se puso a acariciarle su polla y sus huevos.
    
    A la vista de eso, me entraron deseos de comerme la polla que estaba acariciando, y le di un suave empujón para que se repantigara sobre el respaldo y me dejara la polla libre. Deliciosa, seda en la boca, suave, todo el pubis afeitadísimo. Me la ponía toda en la boca pero de vez en cuando tenía que sacarla para poder respirar. Se inclinó hacia mí y comenzó a besarme el cuello primero y el comienzo de la espalda después, levantó su pierna derecha y la puso sobre la mía y me iba besando la espalda hasta llegar a mi coxis. Por el rabillo de mis ojos veía cómo José también había apartado a Eduardo para comerle la polla.
    
    Mi compañero se enderezó y me dejó que me colocara más cómodo, igualmente José estaba muy inclinado sobre la polla de Eduardo y este comenzó, ajustándose por la espalda de José a comerle su polla. Me resultaba gracioso una especie de 69 en el que los dos estaban boca abajo, lo que mostraba que José era más bajito que Eduardo. Mi compañero me tomó de los hombros y me acercó a su boca para que nuestras lenguas jugaran en un beso en el que nuestras manos jugaban con nuestros cuerpos y mantenían nuestras pollas enhiestas. Volví a la polla de mi compañero porque buscaba que me atravesara. Se resistía a dármela porque quería mamarme la mía con la misma intención, pero no lo consentí. Esta lucha y mis dedos entrando saliendo de mi culo, hicieron que me inclinara sobre la pared lateral y le ...
    ... mostrara mi apetecible agujero. Entonces Eduardo comenzó a follar a José que se había puesto en cuatro ofreciéndole el culo a Eduardo gatunamente levantado.
    
    Yo, desde mi posición, miraba cómo Eduardo iniciaba la penetración y José tan bien dispuesto, mirando igualmente a Eduardo para que no se le escapara. Vi como la polla de Eduardo comenzó a penetrar y la cara de José daba una muecas de dolor. Mi compañero le echó a Eduardo un tubo para que se lubricaran y con lo que tenía en su mano me lubricó a mí que ya tenía mi culo preparado para él. José se lo comenzó a pasar bien en cuanto la polla de Eduardo entró. Ya no hacía falta que Eduardo se moviera porque lo hizo el mismo José metiendo y sacando la polla de su ano. Se les veía una cara de felicidad a ambos, mientras mi compañero aún estaba lubricándose porque al parecer no quería hacerme daño, aunque no habíamos cruzado ni media palabra. Los únicos sonidos que se escuchaban eran los que producían nuestros movimientos.
    
    Por fin comenzó a intentar follarme. Yo estaba con la cabeza un poco levantada pero toda mi espalda y mi coxis horizontal al escalón. Mi compañero pretendía penetrarme así, poniendo una pierna en el escalón de abajo, pero no alcanzaba, así que me cogió de la cintura y me cargó sobre su pubis y de inmediato entró su polla. Le di glorioso paso con el tiempo que había tenido para dilatarme con esa crema abundante que había depositado en mi mano y lo que habían trabajado mis dedos. Entró, no era necesario que se ...
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