Cruissing en el restaurante
Fecha: 08/03/2023,
Categorías:
Gays
Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos
... rellena y erguida en dirección vertical, inclinada hacia la ventana elevada del baño, como si esperara; sí, como si esperara que yo entrara en el baño de hombres y lo atrapara sexualmente excitado para darme su relleno de crema.
Por eso pude tomar la foto mientras entraba, pero había que tener cierta seguridad, aunque ya no me quedaban dudas. Rápidamente fui derecho al urinario que había a su derecha junto a la pared y saqué mi enorme y suave pene con notables pelotas afeitadas. En ese momento él estaba machacando su peludo, blanco, circuncidado y grueso pollón, con enormes pelotas peludas, y había conseguido ponérselo completamente erguido, de modo que ya ahora se lo machacaba verticalmente, mientras le colgaba su escroto con las dos bolas dándose forma visible ¡menudos piñuelos, joder! Solo de verlo mi gran polla blanca se erigió a tope en pocos segundos, y comencé a acariciar mi verga, grande, ansiosa y erecta para darle gusto.
Al instante el sujeto se volvió hacia mí y se puso a agarrar mi enorme y dura polla venosa con su mano izquierda; ahí noté su anillo de bodas bien encajado en el dedo anular de su mano izquierda. Le dio a mi verga de casado y divorciado por altanero maricón unos cuantos golpes y luego se inclinó justo ahí, en los urinarios, y comenzó a chupar mi gran y palpitante verga blanca y venenosa.
Rápidamente me miró con sus increíbles ojos sexys, hermosos ojos azules, y me preguntó si me gustaría entrar al privado con él para hacer algo ...
... más.
Dije inmediatamente que sí, no estaba para pensarlo, ¡joder, por la puta de mi madre! ¿Qué había que pensar ya?
Cuando entramos en el privado, se arrodilló y me chupó mi pene en toda su blanca longitud, fabulosas mamadas, succionando sediento de jugo, golpeando fuerte hasta su garganta. A los pocos minutos de estar chupando mi verga como nunca me lo supo ni quiso hacerlo la que era mi puta mujer, le hice retroceder sobre sus pies y levantarse para no correrme aún. Me dejé caer sobre el piso de rodillas y le chupé sus peludas pelotas, su polla blanca de hombre casado y lamí su delicioso y enorme escroto de hombre casado y con las dos bolas extremadamente colgantes. ¡Lo que se perdió la parturienta de los cojones!
Luego le di la vuelta y empecé a comer su redondo, musculoso y peludo culo blanco de pelo negro y ensortijado, excepto el blanco camino que llega hasta su apretado, peludo y rosado agujero de mierda de mi hombre casado con otra puta.
Me comí su dulce culo de mierda haciéndole sentir como siempre un montón de frescura gracias a mi saliva pastosa y húmeda que yo empujaba dentro de su apretado agujero rosado para que llegara muy profundo, metiendo la punta de mi lengua hasta el fondo de su peludo agujero de mierda. Suspiraba diciendo: «nada que ver con el coño de mi ex puta, esto es considerablemente mejor», así gemía sin parar mientras le acariciaba su absolutamente positivo e increíblemente bello, además de fantásticamente perfecto escroto que alimentaría no muy ...