1. Johao


    Fecha: 04/03/2023, Categorías: Gays Autor: FABRICIO, Fuente: CuentoRelatos

    ... instancia me incomodó, pero no dije nada y cuando volvió abrazarme sentí sus brazos fuertes rodeándome y su cuerpo tan cerca del mío. Nunca comprenderé del todo la naturaleza humana, y aquella noche descubrí que todo lo que sabía sobre mí, se diluyó en segundos.
    
    Dejé que me abrazara y dejé que sus labios besaran mis mejillas en señal de agradecimiento y dejé que sus manos fuertes y grandes acariciaran mi espalda, luego sentí sus labios en mi cuello, en mi oreja mordiéndola suavemente, gemí y un escalofrío recorrió mi cuerpo cuando sus manos se metieron bajo mi camisa y apretaron mis tetillas, sus labios se apoderaron de mi boca, en principio intenté girar la cabeza y no permitirle hacerlo, pero mi cuerpo no hizo caso y un largo y profundo beso hizo que mi cuerpo estallara en sensaciones que nunca antes había sentido.
    
    Johao me fue desnudando poco a poco, no podía creerlo estaba completamente desnudo, a merced de un hombre que no paraba de acariciarme y lamerme todo. Suavemente me hizo girar quedando de espaldas, sentí como su boca daba pequeños besos por mi espalda bajando cada vez más, no podía pensar, me mordía los labios para impedir gemir, pero era imposible gemía y respiraba con dificultad, sentí la boca del hombre mordiendo delicadamente mis nalgas, su lengua jugaba bajando y subiendo por ellas y luego su manos abrieron mis nalgas y sentí un placer hasta ese momento desconocido cuando Johao comenzó a lamer mi ano, cada vez con mayor intensidad, hizo que me ...
    ... excitara demasiado, mi pene estaba empapado en juego preseminal, de mi boca caía saliva mientras gemía, sin pensarlo agarré con mis manos la cabeza de mi hombre empujándolo contra mi culo para que metiera más su lengua dentro mío.
    
    Sentí un vacío cuando Johao sacó su lengua, subió por mi espalda besándome, me giré y yo busqué su boca nos besamos entonces sentí sus dedos mojados jugando allí donde había estado su lengua, lo dejé hacer y dos de sus dedos comenzaron a penetrarme, no lo podía creer, pero estaba abandonado, perdido en ese paraíso, mordía mis tetillas, mis labios, sus dedos completamente dentro mío se movían generando en mí un placer desconocido.
    
    Retiró sus dedos lentamente, pensé que terminaba ahí ese delicioso juego, pero estaba equivocado, sus manos separaron mis piernas lo más que pudo y sentí su pene recorrer mis nalgas dejando un hilillo de jugo preseminal sobre ellas, sentí miedo y ansiedad, nos besamos, me acariciaba delicadamente cuando su pene empezó a introducirse en mí, se apoderó el dolor en mi cuerpo, quise retirarme pero él me hizo calmar con besos y caricias, inició lentamente un movimiento y mi ano fue cediendo ante los embistes de su pene.
    
    El dolor que sentía fue cediendo y aumentando el placer, si antes había gozado con sus dedos ahora el placer era muy superior, con lentitud pero con firmeza su pene fue entrando todo en mí.
    
    Cuando estuvo todo dentro mío él detuvo un poco sus movimiento, tomó mi mano y la llevó allí para que comprobara por mí ...