1. Johao


    Fecha: 04/03/2023, Categorías: Gays Autor: FABRICIO, Fuente: CuentoRelatos

    Mi inicio en la homosexualidad se debió a la inmigración. Me había separado hacía ya un año, y si bien tenía relaciones de tanto en tanto con una amiga, el sexo se había transformado en algo innecesario en mi vida, desde la separación me concentré en el trabajo y en darme una vida más o menos holgada. Me iba de vacaciones a conocer distintos lugares. Comía rico, me compraba la ropa que me gustaba, no era millonario obviamente, pero podía disfrutar de ciertos lujos que era impensado durante el matrimonio. Tengo dos bares y pretendo un tercero así es que trabajo mucho, pero también disfruto mucho ver como el trabajo rinde sus frutos.
    
    Un día llegó a uno de mis bares un hombre negro, tendría más o menos unos 35 años o un poco más, me pidió trabajo mientras me contaba su historia, huía del hambre en su país. Sin ser racista ni mucho menos, pensé en qué podía darle cabida en mi bar, no sabía nada del rubro, en su país trabajaba en los bosques cortando árboles, lo cual se comprendía por su cuerpo alto, sus brazos fuertes musculosos, unos tremendos pectorales donde se marcaban las tetillas.
    
    Le dije que volviera al otro día porque tenía que pensar si tenía algo que ofrecerle, no encontraba nada donde me sirviera. Lo conversé con Sergio el encargado de ese bar y me propuso que tal vez podría ser bueno tenerlo como guardia, por lo menos hablaba con bastante soltura el español. Al otro día estaba temprano esperándome, su nombre es Johao. Lo hice pasar a mi oficina y le ofrecí ...
    ... el puesto, me agradeció una y otra vez. Comenzó a trabajar para mí. Entre tantas cosas que hacer me olvidé del asunto aunque cada tanto cuando iba al bar lo veía, preguntaba por su desempeño y no había queja alguna.
    
    Una noche pasé tarde por el bar, casi a la hora de cerrar, sólo iba a buscar unos documentos que debía revisar, todo estaba okey, estaban ya terminando de asear el local y dejar todo a punto para el otro día. Johao iba de acá para allá ayudando en todo y preocupándose de dejar todo en orden. Finalmente cerraron y cada uno se marchó a su casa, yo tomé mi automóvil y me propuse partir hacia mi casa, miré por el espejo retrovisor y pude ver a Johao caminando por la vereda seguramente en dirección a su casa, sentí un poco de lástima y detuve mi automóvil, grité su nombre y él se acercó, le dije se quería que lo llevara a su casa, él contestó que no, que no me molestara caminaría hasta su vivienda, insistí y finalmente aceptó.
    
    Arrendaba lejos del bar, me dijo que noche a noche hacía caminando ese recorrido porque ahorraba todo el dinero que podía para enviarlo a su madre y hermanos. Al llegar me invitó a pasar y tomar un café, en principio lo rechacé, pero luego acepté y entramos en su vivienda, un pequeño apartamento de un ambiente, viejo aunque muy limpio y ordenado. Preparó el café mientras conversábamos de esto y aquello.
    
    Tomamos el café y luego fumamos un cigarrillo, Johao me volvió a agradecer por el empleo y me abrazó apretándome contra él, en primer ...
«123»