Enrique y Mario (Primera vez)
Fecha: 02/03/2023,
Categorías:
Gays
Autor: afuentes, Fuente: CuentoRelatos
... puta de Mario.
Enrique se metió a la boca el pedazo de carne de su amigo, quien por la calentura y la inexperiencia no tardó en venirse en el piso. Mario se subió el pantalón y continuaron la caminata casi sin decir palabra. No había mucho que decir, ambos estaban calientes y con ganas de más, pero estaban en shock porque ninguno se consideraba gay, aunque a estas alturas Enrique aceptaba un poco más su condición de bisexual.
Llegando a la casa de Enrique éste invitó a pasar a Mario advirtiéndole que no había nadie y que no tenía nada de qué preocuparse. En un tono casi de seducción Enrique mencionó que tenían casa sola hasta el domingo por la tarde que regresara su familia.
Los besos regresaron, ahora con más pasión y con menos vergüenza, no había nadie que pudiera verlos, nada podía detenerlos ahora. Los dos se quitaron la ropa con urgencia, Mario acariciaba el cuerpo de Enrique como si se tratara del de una chica, frotaba las nalgas de su amigo con sus grandes manos, y Enrique acariciaba el pecho de Mario y chupaba sus pezones.
Haciendo uso de su fuerza, Mario tomó entre sus brazos a Enrique y lo acostó en el sillón con cierta brusquedad, y con total lujuria se subió en su amigo quien generosamente abrió sus piernas. La verga de Mario estaba a tope y de inmediato levantó la cadera de Enrique para cogerlo en posición de misionero.
Enrique deseaba sentir la verga de Mario dentro de él así que aunque sentía dolor se abría lo más posible para facilitar la ...
... entrada, Mario estaba hecho una bestia, solo quería saciar su necesidad de coger y comenzó con un frenético mete y saca, en aquella casa solo se escuchaban los gemidos de Enrique y los gruñidos de Mario, sus cuerpos sudorosos, el olor a sexo. Mario resultó ser un tanto precoz y sin decir palabra inundó el culo de Enrique con su leche. Ambos quedaron rendidos en el sillón por unos instantes.
Hubo algunas caricias mutuas, no muchas, ambos estaban calientes pero conscientes de que eran hombres y como tales no se podían dar el lujo de enamorarse. ¿Qué dirían sus familias y sus amigos?
La erección de Mario regresó, y aprovechando que estaban recostados y abrazados en el sillón, Enrique ofreció sus nalgas a su compañero para que lo cogiera de cucharita. La verga de Mario entró con mayor facilidad, y el sillón restringía un poco los movimientos, así que a diferencia de la primera vez, los movimientos eran más sutiles y placenteros para ambos. En ésta ocasión Mario duró más pero igualmente se vino primero entre las nalgas de Enrique.
Enrique tomó la mano de Mario y la llevó hasta su verga erecta, que notablemente era más pequeña y peor aún entre las grandes manos de su compañero, el cual entendiendo su trabajo comenzó a masturbarlo hasta que eyaculó copiosamente.
Ambos estaban más relajados, ya no había esa tensión sexual del inicio, así que Enrique sugirió ir a su habitación y estar más cómodos en la cama. Ya en la habitación Enrique se sentía hambriento de verga, quería ...