... vez por todas.
La reunión se llevó a cabo, más no así la seducción, las bromas y las constantes intromisiones de los demás muchachos hizo a Enrique desistir de su idea, sin embargo, Mario no pudo evitar mirar el cuerpo de su compañero, así que de alguna manera el esfuerzo no fue en vano.
En una ocasión al salir del trabajo pasaron primero por la casa de Mario, el cual le pidió a Enrique lo esperara un rato para darse un baño rápido para después acompañarlo a su casa. Así sucedió y mientras hacían el recorrido de la casa de Mario a la de Enrique las bromas sexuales comenzaron y empezó a haber un juego entre ellos, Mario tomaba de la cintura a Enrique y le acariciaba el trasero como si se tratara de una chica, Enrique se quitaba para no evidenciarse ante su amigo, luego Mario le tomaba la mano para llevarla hasta su entrepierna y de igual forma Enrique la quitaba, parecía ser solo un juego de jóvenes pero la verdad es que eso aumentó la atracción sexual entre ambos.
Enrique realmente disfrutaba caminar al lado de Mario, a pesar de no ser guapo, Mario era muy viril y le transmitía un sentimiento de protección. Enrique sentía en su interior que Mario podría llegar a ser ese macho protector que cuidara de él y lo llenara de besos y caricias.
Caminar juntos de casa de Mario a la de Enrique se volvió algo recurrente para ambos muchachos, jugar, caminar entre el campo y los coqueteos se volvieron parte de la rutina casi diaria.
En una ocasión Enrique sabía que su ...
... familia estaría fuera todo un fin de semana, era la ocasión perfecta para intentar algo con Mario, mientras caminaban entre el campo, Enrique se dejaba abrazar por Mario, no luchaba por quitarse como en otras ocasiones, los toqueteos fueron en aumento y cuando Mario tocó las nalgas de Enrique éste se lanzó con todo diciendo.
- Qué ricas manos.
- Espera, es solo un juego.
- ¿Ya te dio miedo?
- Nos van a ver
- Está oscuro, no pasa nada. Abrázame!
Mario abrazó a Enrique y casi de forma instintiva le tomó por la cintura y sus manos fueron hasta las nalgas de su compañero. Enrique levantó su mirada dulcemente para buscar la de Mario, quien nervioso se agachó un poco para fundirse ambos en su primer beso de pasión.
- A mi me gustan las mujeres… (Comentó Mario).
- A mí también, pero tú me atraes.
- Es que…. no sé… esto es muy raro.
- Yo sé que quieres coger, ¿qué tal si me coges?
Y dicho esto se dieron otro beso apasionado.
Enrique y Mario se apartaron un poco del camino adentrándose en el espeso campo, Mario se recargó en un árbol y Enrique comenzó a tocarle la verga por encima del pantalón, estaba dura y se sentía muy grande, era normal ya que Mario era un joven grande y fuerte. Enrique desabrochó el pantalón de Mario y lo bajó casi hasta sus rodillas. La verga de Mario saltó y quedó a merced de la boca de Enrique quien sin pensarlo la tomó con una mano y comenzó a masturbarla con maestría, era su sueño, era su fantasía cumplida, por fin sería la ...