Mirón
Fecha: 25/02/2023,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: Kenicho, Fuente: CuentoRelatos
A esta historia la título "Mirón". Eran días muy calurosos, y en casa estábamos haciendo unos arreglos y algunas reformas. Teníamos dos obreros trabajando en un espacio que se convertiría en una terraza.
Ese día hacía por lo menos 33 grados. El calor era insoportable. Los muchachos estaban empapados de sudor. Uno de ellos vestía una remera vieja con algunas manchas de trabajo y un pantalón de jean cortado tipo capri, un poco ajado y gastado del uso intensivo. El otro muchacho vestía una remera con una publicidad de una pinturería, también en un estado un poco maltrecho, y un pantalón deportivo de las tres tiras.
Ya no se aguantaba el calor que hacía. Elizabeth tenía la frente transpirada, realmente estaba acalorada. Se podía percibir que unas gotas de sudor se hacían camino por el seno de sus tetas.
Los muchachos estaban preparando cemento. El calor era tal que uno de ellos, el que estaba de jean, se saca la remera mostrando un torso bastante trabajado por el mismo oficio. El sol estaba tan fuerte que este agarra la manguera y se moja sin más su cabeza para refrescarse. El agua recorría todo su pecho, mojando parte del pantalón. Se podía apreciar, que a pesar que tenía un jean, tenía un bulto considerable...
Una ventana da justo hacia donde estaban los obreros. En ese momento Elizabeth estaba acomodando algunas cosas, y ve esa escena del obrero, como si fuera en cámara lenta... no pudo dejar de ver...
Su cabeza comenzó a fantasear con esa imagen.
De reojo ...
... miraba al muchacho, lo relojeaba sin que se diera cuenta...
Ella vestía una remera de entre casa, muy escotada. Donde se podía apreciar la unión de sus pechos, y que los muchachos no dejaban de ver con carpa.
Tanto Elizabeth como ellos se espiaban; casi podríamos decir que los tres estaban fantaseando tener algún acercamiento.
La mirada cómplice de los dos obreros, el cuchicheo señalando el escote de Elizabeth y las ganas de poseerla estaban en sus mentes.
Ella también se estaba poniendo caliente, viendo como el obrero sin remera mostraba su torso desnudo y mojado entre el agua y el sudor.
Después de un rato, casi llegando al mediodía. Los muchachos pararon para comer algo y descansar. Uno de ellos el de la remera de la pinturería, sale a comprar y el otro se queda descansando debajo de la sombra de un alero.
Sentado en el piso apoya su espalda en la pared flexionando sus rodillas. Esa posición mostraba que en su entrepierna tenía un agujero en el pantalón.
Elizabeth no podía creer lo que estaba viendo...
El muchacho no llevaba ropa interior y se veía como los testículos estaban a la vista.
Ella no podía despegar su vista, miraba una y otra vez...
El obrero se da cuenta de lo que pasaba y baja las piernas con un poco de vergüenza. Pero percibe que Elizabeth le clavó la mirada en sus huevos...
Los pensamientos de ella iban a mil. Solo el hecho de que estuviera sin ropa interior hacía que su cabeza fantaseara...
Se imaginaba tocar con sus manos ...