El abogado justiciero
Fecha: 20/02/2023,
Categorías:
Gays
Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos
Luis Fernández —para todos Lucho—, estaba seguro de que el abogado era un marica, pero eso era positivo porque, siendo estudiante universitario no tenía dinero para pagar un abogado, y en verdad que lo necesitaba, no un abogado cualquiera sino un defensor de primera clase si quería evitar el falso cargo de haber violado a una estudiante en el campus. Claro, ella había seguido diciendo «no, no», pero la verdad era que la perra lo había querido tanto como Lucho, con sólo mirarla Lucho podía verlo, y no había manera de que pudiera pagar la tarifa vigente de un abogado. Así que Lucho había decidido que le haría al marica una oferta que no podría rechazar.
El tipo cobraba 200 euros la hora por representar a un cliente y Lucho le iba a ofrecer al hombre la oportunidad de ir directamente a su coño hetero de semental por cada tres horas de trabajo. A Lucho nunca le habían follado antes y pensó que lo iba a odiar, pero era un trato con su abogado marica o arriesgarse a ir a la cárcel. Y mirando la forma en que lo hizo, Lucho pensó que lo más probable era que le dieran una paliza en su primera noche allí. Así que su coño iba a ser escarnecido sin importar lo que hiciera, y tenía que creer que lo pasaría mejor con su abogado maricón follándoselo que con un bloque entero de duros y cachondos criminales cada día y cada noche durante un par de años en prisión.
Cuando Lucho hizo su propuesta, el tipo se enconó y se puso a gritar. No negó que era gay y ciertamente no negó que ...
... estaba interesado en el chico, pero empezó a decir toda esa mierda sobre la ética legal y cómo tener sexo con un cliente podría hacer que el colegio de abogados le quitara todas las licencias y no sé cuántas mierdas más. Como si a Lucho le importara un carajo esa mierda. Todo lo que Lucho quería conseguir no era otra cosa que asegurarse de no ir a la cárcel y, si agacharse y dejar que este marica se lo follara, era lo que tenía que hacer para librarse de la acusación, Lucho estaba más que feliz de hacerlo cuantas veces fuera necesario. Bueno…, tal vez no tan feliz, pero estaba más que dispuesto a hacerlo. Y si Lucho pensó que entregar su virginidad a este tipo y dejar que el maricón computara sus honorarios por trabajar en la guarida baja de Lucho y así se vendiera es porque valía la pena permanecer fuera de la cárcel, ¿qué le importaba a los demás? Él quería conseguir que su culo marica no lo follasen en la cárcel ni le depositaran en su culo el semen, —el abogado era otra cosa—. Cada quien que se ocupe de sus propios asuntos.
Lucho no tenía ni de lejos la costumbre de aceptar un "no" por respuesta cuando se empeñaba en algo, así que tampoco iba a hacerlo ahora cuando tenía tanto en juego. Por eso de modo paciente dejó que el marica terminara su discurso sobre ética legal y toda esa monserga y luego simplemente sonrió mirándolo fijamente a la cara con una mueca burlesca. Lucho bajó sus manos con los brazos hacia abajo, tomó la parte baja de su camina que tenía por fuera del ...