La historia de Ángel, solo era un muchacho (46/59)
Fecha: 15/02/2023,
Categorías:
Gays
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... atrás.
Le mamé como yo sabía tragándome todo su sable, lamiéndole el frenillo del prepucio y enroscando la lengua en él, escuchando los suspiros que arrancaba del pobre hombre que empezaba a conocer el placer que un experimentado puto le daba.
No paraba de acariciarle el ano hasta que sentí como se me abría entregado, y le metí la punta de un dedo, gimió y empujó para que el dedo entrara más, ya era mío. Trabaje su ano hasta tener dos de mis finos dedos dentro de su culo y de golpe sentí toda la leche que invadía mi boca llenándomela y los gritos del buen hombre tensándose y entrando en mi garganta.
Para él fue suficiente por aquella vez, solo me pidió que le dejara ver mi ano. Me coloqué arrodillado y lo elevé abriéndome las nalgas, con timidez pasó los dedos por él e inclinándose me dio un beso en el ojete.
Se despidió después de pasar al baño para limpiarse.
-Creo que Eduardo no se opondrá a que vuelva a visitarte. -el buen señor no conocía la larga lista de espera que Eduardo tenía pendiente para cumplir con todos los socios que me querían tener.
Ese fuel el primero y unos días más tarde me llegó el segundo, éste era más joven, lucía una barba cerrada, bien cuidada y resumida a la perilla y el labio superior, apuesto y se le notaba en el trabajado cuerpo el ejercicio del gimnasio.
Me pidió, de entrada, que me desnudara y diera varias vueltas delante de él, no era como el otro, un tipo tímido o timorato, sabía lo que deseaba obtener. Luego me pidió que ...
... le desnudara, le gustaba llevar el mando, como imaginaba, su cuerpo era escultural y sin barriga, su abdomen marcado y cubierto de vello oscuro resultaba una delicia para mirarlo.
Tenía el cuerpo cubierto de suave vello menos la base del pene y los huevos rasurados recientemente, le gustaba lucirse y hacer notar el tamaño de su pene curvado hacia el costado izquierdo, tremendamente duro, y por cierto más pequeño que el del hombre mayor.
Me besaba con ferocidad, lastimándome a veces al morderme los labios, o hacerme sentir dolor al meterme la lengua en la boca, exigiendo que la abriera para contenerla entera, me calentaba aquel macho, con su bravura y fuerza para elevarme en sus brazos haciéndome pensar que era su muñeco.
Me dolió la primera entrada que hizo, potente y entera me la metió de un tirón sin detenerse hasta que formamos una sola unidad enchufado en mi culo.
Me gustaba su verga y como la manejaba bombeándome con fuerza, moviéndome para hacerme sentir hasta donde podía llegar horadando mi suave cuerpo.
Comence a gemir de placer y él se detuvo.
-¿Disfrutas de mi follada pequeño?
-¡Ayyy! Señor usted sabe como follarme. ¡Qué rico!. Siga, siga, deme fuerte por el culo. -mis palabras lo exacerbaban y aceleraba las metidas, una verga pequeña pero bien manejada me estaba dejando el culo dolorido.
Continuó por un largo tiempo haciendo el mismo recorrido hasta que me puso arrodillado, con el pompis empinado y me volvió a empitonar con sádica maestría, ...