La historia de Ángel, solo era un muchacho (46/59)
Fecha: 15/02/2023,
Categorías:
Gays
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
Tiró de mis brazos para tenerme pegado a su pecho, su lengua golpeaba en mis labios exigiéndome paso, lucharon entre ellas dándose gusto, hasta que jadeando y sin aliento colocó la boca en mi oído.
-Gatito lindo, yo también te necesito, ¿pensabas que solo te sucede a ti? -me separó de él con brusquedad para saltar de la cama y se deslizó el pantalón, me impresionó el grosor de su verga apuntándole al ombligo, se cimbreaba con cualquier movimientos que hacía y se me hizo agua la boca al verla tan jugosa y dura.
Intenté retirarme el pantalón y él fue más rápido, me los sacó de un manotazo y me sujetó por los tobillos tirando de mi hasta dejarme las piernas colgando de la cama, se arrodilló en el suelo, pasó los brazos por mis muslos y me elevó las piernas dejándome el culo al borde del colchón.
-¿Piensas que no deseo este tierno culito? ¿que no quiero que se abra para mi? -aplastó la nariz en el ano y me lamió el perineo desde los testículos al agujerito del ano, instintivamente apreté las piernas pero él me las sujetaba con fuerza.
-¡Ahhhhh! Sí Pablo. -retorció la lengua y me penetró con ella, mi ano la recibía sin oponerse, abierto ya por el deseo irrefrenable de sentirse traspasado.
-Disfruta gatito, goza, abre tu culo nene. -me comía el ano con unas ganas terribles, me di cuenta entonces de que el débil era yo, el que no se sabía aguantar las ganas, el que sucumbía ante la necesidad de verga que mi culo experimentaba.
Los minutos que siguieron fueron ...
... excepcionales, me mordía el ano y las nalgas, me chupaba el culo con fuerza y me metía los dedos, era más que una follada lo que me estaba entregando. Me tenía tan excitado que a veces creía que me iba a correr de un momento a otro.
-Déjame que te chupe la verga, por favor déjame que te la mame. -rogaba como todo un puto, no importaba lo que él pudiera pensar.
-Por favor, dame la verga por la boca. -se puso en pie y me dio la vuelta colocándome la cabeza donde antes tenía los pies, con la cabeza colgando al borde de la cama.
-Quieres mamarme la polla, ¿eh? -le miraba y solo le veía las piernas y los testículos por la posición en que me tenía.
-Sí, sí, quiero que me ahogues con ella. -me sujetó con una mano de la nuca y con la otra forzó a su dura verga a que se orientaba a mis labios.
-Abre la boquita mamón, ya que la quieres. -apretó y apretó sujetándome la cabeza hasta que sentí que me ahogaba, tenía toda su inmensa verga en la garganta y los huevos sobre los ojos sin dejarme ver.
Empezó un va y ven delicioso, cuidadosamente medido para disfrutar sin terminar por ahogarme, a veces oprimía mi garganta para dificultar el paso de su polla y que estuviera más prieta. Así me tuvo unos minutos en una indisimulada tensión sexual que nos mataba a los dos y haciéndole gritar de placer.
-Toma verga gatito, trágala por tu boquita precioso. -tampoco duró muchos minutos follándome por la boca, me la sacó sin dejarme que se la limpiara, chorreante de mi saliva y mis ...