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Una tarde tranquila que se tornó noche intensa
Fecha: 09/02/2023, Categorías: Confesiones Autor: Geronimo68, Fuente: CuentoRelatos
... le podría retribuir las atenciones en su concha. Nos chupamos largo rato hasta que decidí que ya me la quería coger. La fui corriendo despacio para que abandonara la posición y la mamada. -Oye niña… que con chupadas esto no lo arreglamos y quiero cogerte. La prudencia indica que te pregunte si debo cuidarme yo o te cuidas tú… -No te preocupes… quiero tu leche! -Segura? -Totalmente!!! A mi juego me llamaron. Me monté, orienté y penetré arrancándole un largo suspiro. Un poco atrás y nuevamente adelante ganando profundidad hasta que mi pubis hizo tope en el suyo. La había penetrado toda haciéndola gemir. Empecé el quita y ponga, yendo y viniendo por su estrecho canal. Ella ni se amilanó ni quedó pasiva. Se movió debajo mío buscando más contacto. Le di espacio para no sofocarla porque su cara quedaba por debajo, donde comienza mi pecho… en tanto sus piernas trataban de abrazarme allá por mis rodillas. -Que divina verga me estoy comiendo… dame más… más! Apuré más y más el ritmo. Ella jadeaba y se aferraba como podía a mi cuerpo! La cogí y me cogió alocadamente… -Ahí viene… ahí viene… aaaah! Me hiciste acabaaar!!! La tomé y la acomodé en la cama. Ahora apoyada en sus rodilla y levantando la cola. La vagina le rebalsaba de chorreantes fluidos. Estaba tan resbalosa que de un solo empujón la ensarté otra vez de un certero vergazo. Bien agarrada por las caderas, fue presa fácil de mis empellones. Se la saqué y se la puse aceleradamente, bombeando fuerte ...
... hasta que mi leche saltó desde los huevos hasta lo profundo de su concha… De lo que quedaba no dejó nada: porque enseguida se liberó para chuparme la pija hasta dejarla limpia. No pude evitar pensar, lo que me hubiese perdido si no aceptaba dejarla venir. -Cuando te vi en la plaza, estuve segura de que terminarías cogiéndome… segura. Hacía mucho que no cogía y me encantó! Llamaré a mi madre. Ahora quiero quedarme… Es una hermosa noche! -Te dije que solo un rato… -Por favor… -Y qué cuento le pondrás. Ya se viene haciendo tarde! -Le diré que quedo en casa de una amiga! -Pero me dijiste que… -Ya lo sé, ninguna puede llevarme a su casa… pero mi madre no lo sabe o acaso supone que sí! Llamó y con mucha candidez y voz inocente le comunicó a su madre lo que me había dicho le diría. Que sí, que estaría bien y que se cuidaría. -¿Tienes hambre? Tengo un par de emparedados… -Sí, gracias! Comimos y bebimos algo. Me dijo que no estaba bien lo de vociferar en la plaza lo de chuparse una verga, que no acostumbraba a esas guarradas. Pero sí era cierto que esta tarde se sentía con ganas y ahora se las estaba calmando. Me confesó que no había tenido tanto sexo o demasiadas veces. Siempre con muchachos algo mayores que ella. Que algunas veces se había sentido disminuía por tener un cuerpo pequeño, comparado con el de otras mujeres… -Tienes un cuerpo hermoso y proporcionado… No te apenes y cuídalo! Se acercó y me besó. Dejamos los vasos a un lado y nos seguimos ...