Aprovechamos las vacaciones para cumplir una sucia fantasía
Fecha: 03/01/2023,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: MrTaboo, Fuente: CuentoRelatos
... cielo.
R: Pobre muchacho, le va a reventar la polla como no se alivie pronto. Si quieres lo puedes vaciar tú cariño.
G: Yo creo que será lo mejor. Anda cielo acércate que te saque yo la leche.
El chico se colocó más cerca, y mientras seguía acariciando con un dedo el clítoris de Gaby, no perdía detalle de la follada. Gaby estiró una de las manos y tomo su dura polla para comenzar a pajearlo lentamente. El chico gemía y chupaba sus labios de placer.
Las venas de su polla se marcaban de sobremanera. La mano de Gaby recorría toda la polla del muchacho de arriba abajo, cada vez más fuerte y más rápido.
G: Uy. Que polla más dura.
M: Siiii, que mano más suave. Que placer!!
R: Cariño, ya tienes dos pollas. Una dentro y otra en la mano.
G: Pues ahora quiero dos leches, una dentro y otra en la mano.
Comencé a follarla más rápido a la vez que ella pajeó al chico más fuerte hasta que al poco reventé llenando el coño de Gaby de leche. Salió tanta que resbaló enseguida fuera de su coño sobre mi polla. Por lo que respecta al muchacho también anunció su inminente corrida cerrando los ojos y gimiendo fuertemente. Gaby apunto a otro lado y el muchacho soltó dos potentes chorros que fueron a para bien lejos.
G: Guauuu!!! Que manguerazo!! ja ja ja.
M: Uff, sí, me has dejado seco.
R: A los dos.
M: Cierto.
G: Uyyy!!! Cariño, me has dejado el coño empapado.
M: Guauuu, menudo corridón le has echado a tu mujer en el coño, como le sale la leche.
R: Si, ...
... je, je, je.
Tras unas risas y agradecimientos por parte del muchacho, nos dirigimos a unas duchas cercanas donde pudimos asearnos.
Después de despedirnos, decidimos ir al hotel a descansar algo.
Por el camino comentábamos la cara de asombro que puso el muchacho cuando Gaby le agarró la polla con la mano. Que seguro que después de lo de hoy el chico iría todos los días a la playa a ver si nos encontraba para repetir. Nos reímos bastante pensando en ello.
Al poco rato llegamos al hotel. Entramos y caminamos por el pasillo que lleva a los ascensores. Nos sorprendió ver a Luís, el señor de la heladería donde estuvimos antes, sentado allí en uno de los sofás de la recepción. Nosotros, tras saludarle con un "hola", seguimos directos al ascensor. Él se levantó y caminó detrás de nosotros a escasos dos metros. Al llegar, él se paró justo detrás.
Entramos hasta el final del gran ascensor. Luís nos siguió y también pasó dentro y se puso cerca de ella. Cuando parecía que la puerta iba a cerrarse, un grupo bastante numeroso de japoneses la paró y entró dentro. Quedamos todos un poco apretados con esos japoneses delante. Pero la cosa no quedó tan mal, ya que en el apretón quedó Gaby de cara a mi y de culo a Luís. Allí estaba ella, en medio de aquel sándwich, pero contenta con la situación. Gaby sonrió y me miró con ojos pícaros, dando a entender lo que pasaba por su mente en ese momento. Entonces tosió un poco y en la pequeña sacudida provocada por el tosido movió un poco ...