Aprovechamos las vacaciones para cumplir una sucia fantasía
Fecha: 03/01/2023,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: MrTaboo, Fuente: CuentoRelatos
Por aquel entonces andábamos de vacaciones por una conocida localidad mediterránea. Ese día, después de comer decidimos caminar un poco. El calor sofocante que hacía nos llevó a buscar algún lugar sombreado, una terraza donde tomar algo refrescante y contemplar el tórrido ambiente de la calle, desierta de gente a esa temprana hora de la tarde.
Nos sentamos y pedimos dos gin-tonic, para ayudar a bajar la copiosa comida, a base de pescado y marisco, que hacía poco habíamos comido.
La terraza estaba desierta, a excepción de una mesa que había como a dos lugares de nosotros, donde un caballero permanecía de cara oculta tras la lectura del periódico que tenía delante.
En un momento que mi esposa soltó una risa por un comentario mío, este hombre interrumpió la lectura para ver de dónde procedió la carcajada. Entonces descubrimos a nuestro cercano vecino de terraza. Era un señor de unos cincuenta y pico años, si bien no tenía un cuerpo atlético si tenía un aspecto distinguido. Aunque vestía un pantalón corto y un polo se veía que era ropa elegante. Parecía una persona con presencia. Tras mirarnos, siguió con la lectura del periódico
Al momento llegó la camarera con las bebidas, las tomamos y brindamos. Al retirar ella la copa, se le derramó un poco y fue a caer justo en el canalillo. El frío líquido la hizo dar un gritito e introducir su mano entre sus pechos para secar el líquido.
El caballero cercano, al escuchar el grito no pudo evitar interrumpir la lectura para ...
... ver qué pasaba, con lo que vio perfectamente la escena y luego disimulo para volver al periódico.
R: Cariño, ten cuidado que vas a distraer la lectura del señor.
G: Uy, que culpa tengo yo que me caiga bebida entre las tetas.
R: Si claro, de eso no tienes culpa, pero si del grito, ja ja ja.
No es por nada, pero mi esposa calza una 120 de pecho la cual, junto con un sujetador adecuado, deja sus pechos muy levantados y con un tremendo canalillo.
G: No seas exagerado Raúl.
R: Si claro, ¿exagerado? Pero Gaby, hasta el señor del periódico se te quedó mirando.
G: ¿De verdad? umm, ¿Y qué miró?
R: Tus tetas con tu mano entre ellas, claramente.
Claro, junto con la comida previa algo afrodisíaca, la situación se tornaba por momentos picante. Ella, que le encanta provocar, repitió la escena, esta vez tirando bebida premeditadamente. El caballero bajó un poco el periódico para mirar. Ella, esta vez, se entretuvo un poco más con la mano ente sus tetas, llegando incluso a mostrar parte de la aureola, que por cierto las tiene bastante grandes.
Esto no pasó desapercibido para el caballero quien al terminar la escena, volvió a disimular pasando la página del periódico para así justificar que lo bajara y no que pareciera que lo hizo para mirar, aunque seguro que bajo sus gafas de sol oscuras no perdía detalle. Ella llevaba puesto un vestido corto a la rodilla cuya parte superior, sin mangas, permitía lucir aún más su escote, con esas tetazas coronándolo todo.
Con ...