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Llega a la casa una nueva sirvienta
Fecha: 25/12/2022, Categorías: Confesiones Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... chupé poniendo mi lengua en forma de taquito, se lo lamía y succionaba causándole que gimiera con el placer que le daba mientras ella besaba y lamía tanto mi miembro cómo mi escroto jugando con su lengua entre mis testículos, así estuvimos un buen rato dándonos placer oral hasta recibir el torrente de sus fluidos en mi boca, ella seguía mamando y masturbando mi falo tratando de hacerme terminar, pero yo me retiraba cuando sentía cerca mi eyaculación porque no quería terminar todavía. Me giré y poniéndome entre sus piernas besaba su cuello y acariciaba su seno mientras pasaba mi grueso y erecto miembro entre sus labios vaginales, cuando su agitada respiración se fue normalizando separé aún más sus piernas sosteniéndolas con mis manos y preguntándole si ya estaba lista para recibirme por primera vez dentro de ella. Cogió mi pene y lo dirigió a la entrada de su apretada y virginal vagina y se lo fui metiendo poco a poco, al entrar unos cuantos centímetros más aparte de mi glande ella pujó y resoplo al sentir cómo se abría su vagina y emitió un pequeño grito de dolor diciendo: uuuff despacio me abres toda, me duele, está muy grueso!!! Me quedé quieto unos segundos para después irme moviendo lentamente de atrás hacia adelante introduciéndolos unos centímetros más en cada vaivén y así fui avanzando dentro de ella poco a poco mientras sostenía sus piernas bien abiertas con mis manos. Cuando su vagina ya se acostumbró al grosor de mi pene inicié un leve vaivén desde la ...
... entrada de su vagina hasta dónde mi glande chocaba con su himen y con mi dedo medio acariciaba su clítoris y en el momento que tuvo su siguiente orgasmo empujé con fuerza mi cadera rompiendo la barrera de su himen deslizándose mi pene gracias a sus secreciones hasta el fondo de su hasta entonces virginal vagina entrando por completo todo mi pene me quedé quieto al sentir el desgarre de su himen y oír su gutural grito de dolor besándola en los labios y quedándome quieto dentro de ella le dije: ya pasó y la volví a besar, ella se abrazó fuertemente a mi cuello y de sus ojos descendían sus lágrimas que besé y poniendo sus piernas en mis hombros y agarrando sus redondas nalgas inicié un continuo pero paulatino mete y saca comencé a cogérmela despacio en lo que su vagina se amoldaba al tamaño y grosor de mi pene. Poco a poco sus chillidos y suspiros de dolor fueron sustituidos por leves gemidos de placer al mismo ritmo que su respiración se iba acelerando de acuerdo a la frecuencia de mis embestidas. Entraba y salía de su ajustada vagina una y otra vez acariciando y apretando sus ricas nalgas mientras mis labios besaban sus senos uno a uno sin dejar de penetrarla continuamente. Ella me abrazaba fuertemente y bajaba sus piernas colocándolas alrededor de mi cintura y yo seguía dándole a buen ritmo, estábamos gozando plenamente, ya el dolor era mitigado por el placer que sentía, seguimos algunos minutos en ésa posición para después ponernos de lado y aunque la penetración ya ...