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Sueños perversos en el desierto
Fecha: 09/12/2022, Categorías: Confesiones Autor: Gallego05, Fuente: CuentoRelatos
... a mí y temblando no quería si quiera mirarlos a la cara, empezaron a lanzar consignas en árabe a lo cual ni nos enteramos de que iba la historia, pero dos de ellos nos hablaron en inglés y cuando me escucharon a mi hablar en español a mi mujer acto seguido empezaron a hablar nuestro idioma. Eran oriundos del Sahara y allá existió una colonia española y por ello hablaban un perfecto castellano y nos hicieron saber que eran del Estado Islámico y que estaba prohibido estar en ese oasis por ser territorio ocupado y que no iban a permitir que ningún extranjero pisase sus dominios más y para ello nos dieron dos opciones; las miradas de deseo carnal hacía mi esposa me hicieron temer lo peor desde el principio y no fallé en mi pronóstico, a modo de ultimátum ellos propusieron salvar nuestras vidas a cambio de que ellos se divirtieran con Frida por puta e infiel y para ello iban a hacer su “ritual“ de convertirla al Islam plantando su semilla en su vientre y dándonos nuestro merecido. Los guías que nos acompañaban con su mirada de pavor nos imploraban aceptáramos y analizándolo fríamente no había otra opción. Frida fue la que con un aplomo inusual, nos calmó y ella mismo fue la que tras abrazarme y besarme, se dirigió hacia ellos resignada a su suerte y a nosotros nos metieron en la camioneta no sin antes golpearnos brutalmente con los fusiles tanto así que el guía perdió el conocimiento y sangró abundantemente por la cabeza, a mí me lincharon a golpes por todo el cuerpo, dos de ...
... ellos se quedaron custodiándonos mientras no muy lejos escuchaba mezclar los gritos de mi mujer y las risas de esos terroristas intercalando palabras en árabe y en castellano insultando a mi mujer y animándola a seguir chupando sus pollas amenazándola con que se portara bien con ellos si queríamos salir vivos de allí. Al rato, escuché un largo gemido de mi esposa y desde la distancia incluso, escuchaba como chocaban sus cuerpos conque intuí que ya la estaban penetrando, uno de los que me custodiaba no paraba de mirar como se la follaban y me decía en inglés ”your wife” y hacía con sus manos el gesto de la silueta de una mujer con curvas y meneando su cintura diciéndome “good good”, interpretando que le gustaba mi mujer y que deseaba estar ya allí con ella, de hecho los que nos custodiaban no paraban de increpar al resto supongo que solicitando un relevo pues andaban deseosos de poder comerse a mi mujer. Con nosotros malheridos en la camioneta, y al cabo de un tiempo largo, llegó un momento demasiado humillante para mí. Llegaron tres de ellos, dos le dieron el relevo a los que nos vigilaban, y el otro que era uno de los que hablaban castellano se dirigió a mí obligándome a algo muy rastrero pero viniendo de esos malnacidos tampoco era de extrañar. Habían hablado entre ellos y para que quedara constancia de la violación que se estaba perpetrando hacía mi mujer y a modo de amenaza o chantaje para sembrar el pánico a futuribles viajeros o excursionistas y al igual que ...