1. Lucero la divorciada


    Fecha: 10/11/2022, Categorías: Dominación / BDSM Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos

    ... mis dedos y verifique su excitación, luego bajando mi lengua por en medio de sus tetas, ¡recorrí su abdomen un poco graso hasta llegar a su peluda vagina, la cual comencé a lamerle con velocidad!
    
    Luc: ¡Ah, Luis, ah, que rico, ah!
    
    L: ¿Te gusta?
    
    Luc: ¡Hace años nadie me hacía esto, uf!
    
    Lucero me demostraba con cada gemido que le hacía falta una buena chamba, mis manos también empezaron a entrar a su vagina, ella gemía fuerte, la verdad se olvidó por completo de la pena y de que era el esposo de su amiga, solo jadeaba y disfrutaba de mi trabajo oral.
    
    Me puse de pie y la acosté en su sofá, ¡ahí ella abrí sus piernonas y me pidió a gritos mi verga, la cual ya estaba dura y lista para entrar!
    
    En la típica pose de misionero adaptada en su sofá, ella empezó a gemir al sentir como la penetraba, le besaba el cuello y me deleitaba con sus enromes tetas, ella me apretaba del tarsero para empujarme más hacia ella, cual, si fuera algo cómico y vulgar, ambos no estábamos desnudos simplemente teníamos los calzones abajo, pero, aun así, ¡me movía para hacer gemir a la amiga de mi mujer!
    
    Luc: ¡Ah, que rico, agh!
    
    L: ¡Uhm, ah, Lucero!
    
    Luc: ¡Luis, así, ah, Luis!!
    
    Lucero estaba fascinada, se notaba que paso mucho para que tuviera sexo, así que, como buen amante, decidí darle con todo para que nunca me olvidara.
    
    Levante sus piernas y la embestía con fuerza, su cabeza chocaba con el respaldo del sofá, ¡pero ella me pedía que el diera más y más!
    
    Me senté el sofá ...
    ... y ella subió a cabalgarme, le agarraba con fuerza sus caderas, la levantaba y la dejaba caer en mi para que mi verga le entrara todita, ¡mientras ella movía su cadera y me daba a mamar sus ricas tetas!
    
    Luc: ¡Ah, que grande!!
    
    L: ¿Te habías comido una así?
    
    Luc: ¡Jamás!! ¡Esto es la gloria!
    
    L: ¡Muévete más, rápido, hazlo, mueve tu cuerpo!
    
    Ella metía su lengua a mi boca, me besaba el cuello, ¡yo le apretaba el cabello y seguía empujándole mi tranca hasta el fondo!
    
    La acosté en sofá poniéndola de lado, levante sus piernas y la penetre en esa pose, me inclinaba hacia atrás para moverme mejor, le apretaba sus muslos y nalgas con fuerza, ¡ella gemía y jadeaba al sentirme entrar!
    
    Luc: ¡Que rico, nuca me habían cogido en esta pose, ah!
    
    L: Dios, que mala suerte tienes, ¡te has perdido de esto!
    
    Luc: ¡Ah, Luis, que rico coges, agh!
    
    L: ¡Ya te hacía falta esto, toma, toma!!!
    
    Seguí dándole en esa pose para luego variar y estar ambos acostados de lado, le metía mi verga levantando su pierna, ¡mientras le besaba su cuello y jugaba sus pezones!
    
    Luc: ¡Ah, no le vayas a decir a ella!!
    
    L: ¡Nunca, quiero poder darte más!
    
    Luc: Si, quiero que me cojas, ¡quiero que me tomes!
    
    L: ¡Con gusto, ah!
    
    La empiné apoyándola en el brazo del sofá, ¡la tomé de su cadera y la embestí con mucha fuerza! Ella grito al sentir como la empalaba, le daba de nalgadas y movía mi cadera acompañando los movimientos de su pelvis.
    
    Luc: ¡Que rico, ah!
    
    L: ¡Toma, uf, aprietas ...