1. Mi nueva ama no fue generosa conmigo


    Fecha: 17/10/2022, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Gerardjking, Fuente: CuentoRelatos

    ... en la noche, verdad?
    
    Terminé confesando mi crimen. Se notaba su enfado y su malicia en la mirada de mi dueña. Se hizo para atrás con todo y silla. Meneó su cabeza hacia la derecha, indicándome que me acostara sobre sus piernas.
    
    Me quité el mandil y me coloqué en la posición que ella quería. Nalgadas, la verdad es que me gusta recibirlas, por eso sonreía con la cabeza agachada.
    
    —A mí nadie me desobedece, putito —me dijo mientras manoseaba mi culo.
    
    Thalía no fue gentil en ningún momento, lo hizo con fuerza desde la primera nalgada.
    
    —Gracias por castigarme, mi ama. Sé que me lo merezco.
    
    —Cállate y cuenta. —Otra nalgada.
    
    —Uno…
    
    Thalía azotó mi culo con violencia, con odio y con placer. Conté treinta nalgadas que me dejaron las nalgas rojas. Suspiraba con el corazón acelerado y el cuerpo caliente, babeando un poco sobre el piso.
    
    De repente ella metió un dedo en mi boca, lo metió hasta al fondo, provocándome arcadas.
    
    —Chúpalo, pito chico, sé que aguantas más que eso.
    
    Si ella metió un dedo en mi boca era porque quería metérmelo en el culo, y así fue. Separó mis nalgas, escupió en la entrada de mi ano y con delicadeza metió su dedo. Primero la mitad, después el dedo entero. Entraba y salía, primero con lentitud, después aceleró el movimiento y agregó otro dedo. Estoy obteniendo toda la estimulación que no tuve hace unos minutos, mi verga está goteando por el placer.
    
    Ella me ordenó a recargarme sobre la mesa, levantando mi culo sobre el aire.
    
    —No ...
    ... se te ocurra moverte.
    
    Escuché sus pasos dirigirse a la habitación y regresar cuatro minutos después. Era obvio lo que fue a buscar: su arnés con un pene de 17 centímetros. Mis sospechas se hicieron reales cuando ella se posicionó detrás de mí y dejó caer algo grande, grueso y lubricado sobre mis nalgas.
    
    —Es irónico que tengas un pene tan chico pero un culo tan grande. —De nuevo me azotó las nalgas. Ya me dolían demasiado, pero no quería que ella supiera, por eso me mordí los labios—. ¿Qué opinas que te preste a mis amigos para que se diviertan con tu culo?
    
    —No opino nada. Mi culo es suyo y puede hacer con él lo que le plazca.
    
    —Exacto. —Lanzó un gran escupitajo en la entrada de mi ano—. Bien contestado, perra.
    
    Thalía inició con la penetración anal. Metiendo lentamente esos 17 centímetros de placer. Me lo metió todo, bien profundo, y lo dejo ahí sin apenas moverse para que mi culo se adaptará.
    
    —¿Cómo se dice? —me preguntó a la vez que me nalgueaba.
    
    —Gracias mi señora por darme verga. Es lo único que merezco por ser puto y por tener un pito tan pequeño.
    
    —Solo tú me puedes hacer mojar con tu miserable voz. Me avisas cuando te vengas.
    
    Clavó sus unas en mis caderas, aferrándose a ellas para impulsar sus embestidas, las cuales fueron gentiles en un comienzo, pero para la décima metida de verga ya lo hizo con odio. Me follaba brutalmente, haciéndome gritar en una mezcla de dolor y placer. Sabía que si me mordía el labio sangraría, por eso opté por morder la ...