1. Se acabó la semana


    Fecha: 16/10/2022, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... la terraza de cara a los mirones del otro edificio y las ensartamos por el ano. Ellas hacen gestos lascivos a los espectadores, alguno de los cuales tiene prismáticos, y nosotros nos intercambiamos los agujeros. Cuando estoy taladrando el culo de la preñada me encanta ver como se mueven y botan con los embates de Poncho las discretas y maduras tetas de Elena que, por efecto de la edad, combinada con la gravedad al estar inclinada, parecen muy largas y con una encantadora forma de calcetín relleno de arena. A veces golpean sobre el alféizar.
    
    Cuando me toca sodomizar a Elena agarro, rodeándolas con mis dedos completamente, sus colgantes y estiradas tetitas por la base y las uso como si fueran riendas mientras cabalgo su culo y observo a mi lado el movimiento circular de los enormes pechos de la preñada, que salpican leche sobre el peto de la terraza y el césped artificial a los golpes de mi socio, al cual por cierto se le está saliendo el dildo que no se ha molestado en sacarse del ano. Porque veo con cuanto afán taladra a su gordi, que si no pensaría que es gay.
    
    Aviso que me voy a correr cuando estoy -en uno de los continuos cambios de pareja- usando a Elena por si quiere acompañarme en la corrida. La golfanta se refriega el chumino y el clítoris con energía y llegamos juntos al orgasmo. Sin duda para complacer a los mirones, la vieja exagera sus aspavientos y rugidos, que deben llegar a oídos de los mirones pues estalla una ovación en la fachada de enfrente.
    
    Elena, ...
    ... impúdicamente, como una actriz en escena, les aplaude a su vez, les hace una reverencia y les enseña el culo de donde brota mi semen.
    
    Poco después se corre la otra pareja. Ahora falta la guinda del espectáculo. Las dos secretarias se arrodillan ante sus jefes y abren la boca esperando nuestra lluvia dorada que no dudamos en entregarles. Beben lo que pueden y el resto baña su cara, su pelo, sus pechos y resbala por el vientre y el pubis hasta mojar el césped. Nueva ovación de los espectadores.
    
    Ellas están tremendamente excitadas por tener público y no pueden aguantar el hacer una tortilla. Se colocan tumbadas una al lado de la otra en sentidos opuestos y se van introduciendo la mano en las cavidades. Elena acoge la mano de Alicia en el coño, pero la gordi, alegando peligro para el bebé, prefiere ser follada por el ano. Elena le dice que el culo después, que ahora el coño y que será cuidadosa con el bebé.
    
    Cada vez se excitan más y el movimiento de sus puños es más frenético y profundo. Se retuercen y llegan a tener convulsiones. Sudan y el sudor se mezcla con la orina sobre su brillante piel, atractivamente acentuada por las sombras del sol de atardecer. Alicia ya no se acuerda de su bebé. Ciega de lujuria, ella misma empuja su pubis contra el puño de Elena buscando que entre más profundamente. Poncho y yo nos vamos vistiendo mientras contemplamos el espectáculo que ofrecen las dos salaces madres y esposas.
    
    Entra el vigilante del edificio, que hace su primera ronda, ...
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