1. Mi tiempo de educación


    Fecha: 15/10/2022, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... levantar la falda y apoyar el culo directamente en el asiento.
    
    J: A partir de ahora, te sentarás siempre así perra, sin excepciones. Ahora sal, desnúdate, dame el vestido y vuelve a entrar.
    
    L: Sí Amo.
    
    Salí del coche, y con toda la vergüenza del mundo, me quité el vestido y se lo di, quedando completamente desnuda menos por los zapatos y el cinturón. Me volví a sentar en el coche, y cerré la puerta al tiempo que sentía pellizcos en mis pezones, haciéndome sentir oleadas de placer. Estando en ese estado de placer, no me di cuenta de que sacaba unas pinzas enganchadas a una morrada, lo cual me puso todo tomándose su tiempo, disfrutando de cada de talle de mi cara.
    
    Me puso el cinturón y luego se colocó en su asiento, poniéndose el cinturón y arrancando el motor. Se me hizo eterno el viaje en coche, cada vez nos alejábamos más de la cuidad, y no paraban de aparecer grandes zonas con árboles. Los pezones y la mandíbula me dolían, cerré por unos instantes los ojos, y cuando los abrí ya habíamos parado, mi puerta estaba abierta y mi amo tiraba con fuerza de la correa. Salí del coche y me puse a cuatro patas, y caminamos hasta llegar a la entrada de una pequeña cabaña.
    
    Entramos y era bastante amplia, y mi Amo ya había condicionado todo el espacio, mi comedero, la zona mazmorra.... Me puso en medio de la habitación, y dejó la correa en mis manos, la cual sujeté con fuerza. Se sentó en un sofá muy cerca de mí.
    
    J: A partir de ahora comienza tu entrenamiento y ...
    ... educación. Cuando salgamos de esta cabaña serás una puta completa, sin tapujos ni nada, mi esclava.
    
    Con una seña me acerque a él y me coloque entre sus piernas. Me quitó la mordaza y las pinzas, los pezones me ardían, pero sin darme tiempo a pensar en ello, mi amo me hizo una señal para que le levantara y le sirviera algo de beber.
    
    Yo sabía que mi Amo no tenía por costumbre beber, así que serví un par de hielos en un vaso y después la coco cola. Me acerqué a él, y cuando estaba a su lado, al ofrecerle el vaso, bajé levemente la cabeza. Cuando cogió el vaso, iba a volver a mi posición, pero me señaló una mesa.
    
    J: Perra, túmbate boca arriba sobre la mesa, y la cabeza que cuelgue.
    
    L: Sí Amo.
    
    Lentamente se fue bebiendo la coco ola, mientras no perdía detalle de mi, de como mi respiración se iba agitando por la excitación y los nervios de no saber que iba a pasar. Al acabárselo, se levantó y fue andando hacia mí, cogió unas cuerdas y primero levantó mis brazos por encima de mi cabeza y los ató, a la mesa. Y lo mismo hizo con mis piernas, dejándome totalmente inmóvil y sin escapatoria. Mi cabeza solo podía pensar en una cosa, en ser follada por mi macho, en poder servirle. Me quitó el cinturón y el coño estaba encharcado.
    
    J: Mira que eres zorra, ya estás mojada. Menuda cerda estás hecha, que dirían los demás si te vieran así, pensarían que eres una vulgar puta, aunque a mí me gusta que seas así de guarra.
    
    Se acercó a mi cara y me soltó un guantazo que me hizo abrir la ...