Fecha: 10/10/2022,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Alfre2, Fuente: CuentoRelatos
... la había llenado de semen, y que prácticamente me estaba comiendo su leche. Mi esposa empezó suavemente a gemir, se dio vuelta, dando su espalda a Alex, y me dijo que me quería chupar mi verga, que hasta ese momento apenas la había rosado con sus manos o sus pies, nos pusimos invertidos de pies a cabeza y empezamos un exquisito 69, lamía sus muslos, lamía su vagina Carla me chupaba en pene y me succionaba los huevos, práctica que me causa un ligero dolor, pero mucha excitación, me preguntó en baja voz: ¿te gusta lo que estás probando? ¿Te gusta el sabor de mi vagina con leche de otro?
Aquella pregunta me perturbó un poco, estaba viviendo cuál más fantasía cuckold que había visto en alguna película, pero esta vez mi esposa era la hotwife, y yo estaba haciendo el papel de un buen cornudo. Le respondí un cortó si, y acoté: me encanta el sabor que tiene tu vagina en éste momento, dejó de chupar mi verga un momento y me apretó con sus piernas mi cabeza, y empujándome con sus manos más hacía su vagina me dijo: quiero que no te detengas, sólo tú sabes cómo me gusta que se coman mi chucha. Con aquello habré seguido encantado saboreando aquellos fluidos por más de quince minutos, ella había dejado de chupar mi verga, poco a poco empezaba a notar como Alex se comenzaba a moverse. Le dije a mi esposa: te lo quiero meter, y acto seguido levantó su pierna, arqueándose aún más, invitándome a entrar de una vez. Entré suave, que insólito ahora recordarlo, prácticamente me estaba ...
... comiendo a mi mujer a escondidas, por no despertar a mi amigo.
No habrán pasado más de 5 minutos y Alex despertó, yo estaba penetrando a mi esposa de frente, mientras ella le daba la espalda, noté como su verga flácida empezaba a ponerse de poco erecta, nos observó por algunos minutos y nos preguntó si no había problema en unírsenos, a lo que naturalmente le respondimos que no había inconveniente. Alex se volteó y empezó a besar a mi esposa por el cuello, eso la hizo soltar un suave suspiro, veía como lamía el dorso de su oreja mientras con sus manos acariciaba sus muslos y su trasero, mi esposa se le apegaba, rozando su culo. En ese momento Alex se levantó y se recostó al contrario, empezó a lamer su culo, mientras yo la penetraba, lo hacía con unas ganas fervientes, era ver como prácticamente se metía con su nariz y lengua en el culo de mi esposa, luego empezó a meter un dedo, todo esto mientras yo seguía entrando y saliendo, aquello me desconcertó por un momento, ver a mi esposa plácidamente dejarse manipular el ojete de su culo, me tenía sorprendido no escuchar de ella más que gemidos y nada de reclamos, más bien lo contrario, una postura totalmente sumisa y permisiva, algo que conmigo no duraba más de unos instantes, exceptuando aquellas pocas veces que habíamos intentado en serio practicar el sexo anal. No dije nada y seguí penetrándola, asombrado y atónito.
Alex introdujo otro dedo, y Carla seguía como si nada, pero lo que continuó fue el tope de mi asombro. Alex le ...