Aventuras universitarias: Francesita me instruye (1)
Fecha: 09/10/2022,
Categorías:
Primera Vez
Autor: titogemi, Fuente: CuentoRelatos
Argentina desde los 70 vivió años donde represión era característica de vida y muerte. En sexo, se vivía con miedo… a pesar del “Amor y Paz” del mundo hippie a nivel mundial.
¡Éramos tímidos sexuales!
Sumemos educación estricta… colegios religiosos y poca difusión de temas tabúes como el sexo donde una revista “porno” se vendía en una bolsa negra sellada.
Me faltaba poco más de un año para ir a la Universidad, “volar” muchos kilómetros del nido materno, y algo prepararía esos cambios en mi vida.
Ese verano nos reuníamos con mis amigos en la expectativa del ansiado egreso… y en esa circunstancia conocí alguien que marcaría mi vida… al menos en aspectos de sensualidad y sexualidad.
Lorelei era estudiante de intercambio de idiomas, llego de Ruan a orillas del Rio Sena para perfeccionar su español… y quizá traía también aprender de otros temas, aunque los termino enseñando.
Residía con una compañera que ya había viajado un año y por eso estaba haciendo el último año con nosotros a pesar de ya haber cumplido sus 18 años.
Extrovertida, divertida, descuidada y tan sincera que enamoraba al primer encuentro con su cabellera rubia, sus pecas en la piel tan blanca y un cuerpo muy proporcionado con sus nalgas bien formadas y pechos firmes y apetecibles, que sabía muy bien como vestir para llamar la atención de pobres imberbes, que no disimulábamos babosearnos ante sus comentarios en afrancesado español.
Por esas cosas que más vale caer en gracia que ser ...
... gracioso, desde el primer encuentro una chispa nos unió creando un lazo entre afectivo y picaresco… que las chanzas subían de tono y los doble sentidos de las palabras eran algo común. Y no saben como se debe explicar a una francesa una “mala palabra” o cuales puede usar en público y cuales no… más de una profe se puso de colores ante frases de Lore con palabras “inapropiadas”.
Un día estábamos tirados en un fiaca (especie de sillón de los 70) que tenía en mi habitación charlando de mil cosas, en difícil francés/español, pero sabiendo comunicarnos.
En la conversación surgieron temas más íntimos y jugados, como decimos en Argentina, preguntándome por mi experiencia sexual sorprendiéndose al decirle que no tenía, y que aquí es más difícil convencer a una chica de llegar a esas instancias, a lo cual me respondió, “hasta que descubran lo que se pierden…”
Mi pregunta se hacía imparable “¿y que se pierden?”, y al tiempo que decía “un beso francés por ejemplo” me respondió con una acción inesperada para mi… pues sin dudarlo se acercó sus sensuales labios a mi boca y suavemente tomo mis labios entre los de ella.
Fue tan suave que sentí un escalofrío que movilizó todo mi cuerpo incluido mi pene que se puso en señal de alarma, su lengua masajeaba suave mis labios, proyectándose en mi boca busco mi lengua que tímida permanecía inmóvil, animándola a un mutuo abrazo lingual. Con sus dientes intercalaba suaves mordiscos a mis labios al tiempo que incitaba a que yo haga lo mismo. ...