Las cuatro esclavas - Relatos Eróticos

Las cuatro esclavas

... por lo que hizo pasar a las futuras esclavas (sus hijas), ella pagó y se fue a trabajar. Antes de retirarse se le dijo que se llevara los celulares o móviles de sus hijas y así evitar cualquier contacto con el exterior pidiendo algún tipo de ayuda y se esrtopeara su nuevo entrenamiento, la clienta agradeció el consejo y enseguida se retiró. Sin esperar mi perra hizo venir a mis guardias para desnudar a las candidatas, una vez en cueros las perras empezaron a reclamar el motivo de su despojo de la ropa y móviles.

Claramente se les explicó que las esclavas no tienen privilegio alguno y ya que ellas estaban próximas a convertirse, ellas debían aprender a estar encueradas y sin tener lujos.

Ese mismo día las aspirantes intentaron pelear y así poder escapar de ese lugar de educación sumisa, sin embargo al ser mayor el número de perras a mis pies fue sencillo someterlas. Por lógica estuvieron rebeldes y renuentes a obedecer, así como tampoco estaban dispuestas para aceptar su conversión a esclavas.

Al ver su renuencia a obedecer le ordené a mi perra llevarse a las futuras esclavas a la habitación panorḿica; la cuál es una jaula que se suspende al aire mediante un mecanismo que soporta el peso de las jaulas pero sin embargo eso lo ignoran todas las candidata que pasa por mis manos. Por el miedo a que se ...

... desplome la jaula las esclavas en automático empiezan a someterse y basta con recordarles donde podrían estar si no obedecen, es hasta entonces que surgen las suplicas de no regresar a las alturas.

Las perras se someten ya que el miedo de caer las invade y si a eso le agregamos que no se les da agua ni comida, prefieren someterse para no ser privadas de la comida. Ese día para que entendieran que su nuevo estilo de vida era enserio y no una simple pesadilla, fueron enjauladas panóramicamente permaneciendo ahí hasta el siguiente día al suplicar se les permitiera un baño para poder orinar ya que en toda la noche no habían podido hacerlo por el enjaulado.

Se les dejó en claro que las esclavas como ellas el único lugar permitido para sus nececidades es el jardín haciendo un agujero para poder enterrar lo que expulsen por el agujero, ya sea por adelante o detras; y aunque les urgía orinar, por tanta discusión terminaron por orinarse en las piernas por lo que fueron obligadas a limpiar los orines a cuatro patas con la lengua, ellas reclamaron y se negaron a cumplir dicho mandato, sin embargo se les torció el brazo a la espalda y solo asi se convencieron que no tenían opción de elegir acerca en que podían hacer y que no. De esa manera comenzaba el inicio de su travesía hacia una esclavitud segura a los pies de su madre.