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Las cuatro esclavas
Fecha: 28/09/2022, Categorías: Dominación / BDSM Autor: ALTEZA, Fuente: CuentoRelatos
Esta hisoria más que ficción es real, pero como siempre digo depende de la credibilidad de cada lector. Ayer por la noche disfrutando de un confortable rato de descanso o esparcimiento se escuchó como sonaba el timbre de la puerta principal, le di orden a una de mis perras atendiera el llamado a lo cual ella no tardó en obedecer, minutos despues regresó mi perra con una señora solicitando servicio doméstico y que acudía a mi reino por recomendación de algunas amigas suyas. Al comentarme su nececidad de tener servicio doméstico le dije que por la pandemia actual de COVID no estabamos dando ese servicio por seguridad de no sufrir contagio a menos que ellas mismas me consigan a la elegida y con un certificado médico que está libre de sintoma del virus mortal. Al principio se desanimó diciendome que no sabía que tenía que llevar a la futura perra. Le expliqué que por el momento el encargar la busqueda de las perras era un foco rojo de infección y que por eso la clienta debe traerme la elegida; le informé que antes del COVID ya dabamos esa opción de traer a las incautas y así minimizar el riesgo de ser atacadas por la perra pretendiendo alguna venganza por haberla sometido. Fue entonces que le pregunté si tenía marido e hijas, ella me comentó haberse divorciado pero que si tenía cuatro hijas de entre 20 y 24 años bastante frivolas que su único objetivo de vida es vestir ropa cara, maquillarse sin preocuparse de nada, sin embargo le parecía cruel poner a sus hijas a ...
... trabajar como domésticas rendidas a sus pies, yo le alenté contandole que otras clientas que creían tener hijas indomables habían terminado besando los pies de sus madres sin ningun rastro de voluntad propia y totalmente abatidas. Mi futura posible clienta hasta dijo que lo consultaría con la almohada y que si se decidía me traería a sus hijas. Antes de irse me preguntó en que podría ponerlas a trabajar; le sugerí usar a dos de ellas como perras domésticas y las otras dos de esclavas de uso personal, por ejemplo llevandoselas al ir de compras para ellas estarle cargando los paquetes, sobando los pies, bañarla, atender a sus visitas y todo lo que ella necesite en el futuro sin ver afectado el aseo de su casa. A mi clienta le pareció muy atractiva la idea, así que me dijo que lo pensaría y en caso de aceptar, las llevaría a mi reino, y empezar su adiestramiento como las perras que serían en un futuro próximo. A la mañana siguiente sonó la puerta de nuevo y al abrir era la señora del día anterior para decirme que había pensado la idea y que terminó gustandole ver a sus hijas arrodilladas a sus pies como domésticas; así que las tenía esperando en el coche. Antes de hacerlas pasar le expliqué que aunque fueran sus hijas, ella tendría que pagarme su adiestramiento y posteriormente una renta mensual y si no era cubierto el importe en los primeros días de cada mes, le serían retiradas sus hijas para así ofertarlas a otra interesada y reponer mi inversión. Ella estuvo de acuerdo ...