1. La sorpresa


    Fecha: 17/09/2022, Categorías: Infidelidad Autor: danielopolis, Fuente: CuentoRelatos

    ... manera de dar una explicación coherente.
    
    De modo tal que fui extrayendo una cierta cantidad de dinero durante tres meses y decidí un viernes visitar Singapur. Alana estaba fuera de la ciudad desde el día anterior, según me dijo, en la ciudad de Libas, a unos 50 kilómetros de Las Barcas, en donde iba a recoger algunos pedidos de perfumes y a entregar otros. No le dije que el viernes iba a salir. Era el momento oportuno para tener una aventura que según amigos y conocidos parecía valer la pena. Y que nunca había tenido hasta entonces. Había sido fiel a mi pareja.
    
    Recorrí unos 25 kilómetros en mi auto y llegue a Singapur. Eran las 22:00 horas, ingrese a la vieja casona, me aposté en la barra y pedí un vodka. Bebida que no tomo habitualmente.
    
    Un rato más tarde, pasé al interior del salón Azul, se acercó una mujer de unos cuarenta y cinco años, muy bella y eróticamente vestida y me dijo, con suavidad al oído, quiere ver de qué se trata, caballero.
    
    Sí, contesté, lacónicamente.
    
    Bien, me dijo, haré pasar a las señoritas.
    
    Gracias, respondí gentilmente.
    
    La penumbra era mucha, podía divisar los cuerpos casi desnudos de esas hermosas mujeres, pero no podía divisar sus rostros.
    
    La madama estaba a mi lado. Le pregunté si podía acercarme, me dijo: sí, pero no tanto. Me preguntó si tenía alguna preferencia específica. Le dije: si, Eros.
    
    Eros, me respondió llega a las doce de la noche. Faltan quince minutos.
    
    La espero a ella, le dije con una leve sonrisa.
    
    Ella ...
    ... me devolvió la sonrisa y me dijo que iba a avisarle al camarín.
    
    A las doce en punto apareció una mujer despampanante, todo su cuerpo brillaba en esa luz tenue de la estancia, tenía sobre su cuerpo una especie de glitter como única vestimenta. Era radiante.
    
    Me miró, sonrió, y se dirigió hacia el fondo de la habitación.
    
    La madame me dijo que la siguiera.
    
    La seguí.
    
    Ella iba bastante delante de mí. Ingresó a una habitación. Y cerró la puerta.
    
    Llegué, moví el picaporte para abrir y pasé a la habitación, la luz era casi nula.
    
    Ella me esperaba tirada sobre la cama, boca arriba, con las piernas semi abiertas, me desnudé rápidamente, tenía mi miembro erecto. Llegué a la zona de su vagina y comencé a lamerla, cuando dejé de hacerlo e intenté legar a su boca, me di cuenta, para mi asombro, que se traba de Alana, me quedé unos segundos atónito, mirándola, no dije nada. Ella tampoco.
    
    Ingresé con mi pene en su vagina húmeda y entré y salí de su cuerpo con mucha fuerza, luego la di vuelta y le coloqué en seco mi miembro en su orificio anal, me costó ingresar, pero forcé el ingreso hasta que pude llegar hasta el fondo. Hasta. Eros o Alana, ya no sabía bien lo que era cierto y lo que no, emitió un leve gemido, pero nada más.
    
    Salí de la parte posterior de su cuerpo y le dije que se diera vuelta, obedeció calladamente, se puso boca arriba, coloqué una rodilla a cada lado de su rostro y volqué mi semen sobre su boca y su cara. Me miró fijamente. Por unos instantes. Me ...