... Y yo disfrutaba como nunca. Luego me tomó del cuello con fuerza con una mano, ahorcándome, y con la otra estimulaba mi clítoris, todo mientras seguía follándome con fuerza. En mi oído sentía su respiración agitada y sus gemidos.
- Me vas a hacer venir cómo nunca - le dije
- Eso quiero. Que te vengas como con nadie. - Me respondió, y ambos sabíamos que hablaba de su hijo
Continuó penetrándome con ritmo, con su mano izquierda como collar en mi cuello, y su mano derecha tocándome. No tardé mucho en sentir los fuertes y descontrolados espasmos del orgasmo, que me hicieron volver a emitir un grito de placer.
Juan aminoró su ritmo, pero él no había acabado todavía.
Chupó su dedo y comenzó a acariciar mi ano. Cosa que me excitaba muchísimo, y que Facundo nunca hacía,
- Ahhh, me encanta - le decía mientras él metía suavemente su dedo en mi culo y seguía follándome muy lentamente para no venirse todavía
- ¿La quieres por el culo?
- Me encantaría, pero no tenemos lubricante aquí - dije dejando claro que "aquí" se refería a la casa de su hijo, porque en mi casa tenía lubricante, juguetes, miles de cosas que ya no usaba hace mucho.
- Otro día será... - me dijo, sacando su dedo de mi culo
- Por ahora, quiero que te vengas en mi boca antes de que Facundo llegue.
Parece que haber nombrado a su hijo en esos términos, lo calentó mucho más. Me recostó sobre el sillón, se puso encima de mí y metió su todavía dura verga entre mis labios, y comenzó a follarme la ...
... boca. La metía hasta el fondo, gimiendo, disfrutando de verme allí y así. Al poco tiempo comencé a sentir su semen caliente dentro de mí, lo tragué y parte de él se cayó por mis labios. Al salir de dentro de mí tomé con mis dedos el restante que quedaba en mi cara y lo lamí. Me miró con ojos destellantes.
- Eres la mejor nuera que podría haber pedido - dijo Juan bromeando
- Lo mismo digo, suegro. Con que te quedas unos días más...
- Sí… - antes de que pudiera decir nada más, sonó mi celular.
Era un mensaje de Facundo. “Amor, estoy llegando, voy con Felipe. En 5 minutos nos vemos. Te amo”.
Nos vestimos todavía agitados, con toda prisa. Teníamos ropa por todo el piso del living, el espejo estaba sucio, y yo tenía que buscar ropa para vestirme adecuadamente. Juan se vistió rápido y se sentó casualmente en el sillón, para que su hijo lo encontrara despreocupadamente allí. Yo me fui a la habitación y me puse un corpiño y un vestido. Me peiné, y estaba en el baño cuando escuché la puerta.
- Hola papá, no sabía que estabas aquí. ¿Te acuerdas de Feli?
- Sí, claro. Hola Felipe. Vine a contarte que me suspendieron el vuelo y me quedo unos días más en la ciudad.
- Me hubieras avisado y venía más rápido - respondió Facu
No hacía falta, llegué hace un rato y tu novia muy amablemente me ofreció un café.
Salí del baño luego de cepillarme bien los dientes para quitarme el gusto a semen, y saludé a Facundo con un beso. Con Juan nos miramos. Ya queríamos follarnos ...