... ver cómo a las caricias también le acompañaban pellizcos en los pezones y cómo los gemidos iban subiendo en intensidad y también en frecuencia. Laura también lo tuvo que notar, pues pude apreciar un aumento en la velocidad en que estaba jugando con sus dedos en el coño de su amiga. Además, en lugar de continuar jugando con la lengua por los labios y el clítoris de Eva, se centro en este último, consiguiendo que la excitación y los gemidos de aumentasen más todavía. Para ese momento, Eva parecía en trance. Tenía la espalda completamente arqueada y sus gemidos eran bastante sonoros, hasta que de repente pareció dejar de respirar y empezó a tener unas pequeñas convulsiones que denotaban claramente que había llegado al orgasmo. A las leves convulsiones ya le siguieron unos gemidos que se notaban completamente contenidos en un intento de no hacer demasiado ruido.
Eva se fue recuperando poco a poco de las emociones, aunque todavía tenía los dedos de mi novia dentro de ella. Cuando la notó más relajada, los sacó y se acercó a la boca de su amiga. Ambas se fundieron en un beso bastante profundo y largo en el que se podía apreciar claramente como las dos lenguas pugnaban entre sí.
Cuando terminó el beso, Eva sólo dijo: Ahora me toca a mí. Intercambió la posición con Laura, a la que dejó tumbada boca arriba en el sofá y después de darle otro beso, bastante apasionado, acercó sus labios a las tetas de Laura y empezó a chuparle los pezones mientras que bajaba su mano ...
... acariciando suavemente a Laura. la mano fue bajando desde las tetas hacia el ombligo, pero no se detuvo allí, siguió bajando por el abdomen hasta que se introdujo por debajo de la cintura de las bragas. Laura soltó un leve gemido y en ese momento Eva me miró sonriendo, muy brevemente, para a continuación proseguir con su trabajo en los pezones de Laura. Se apreciaba movimiento también bajo las bragas de Laura, pero sólamente podía imaginarme qué era lo que estaba pasando, hasta que la mano se Eva salió y empezó a bajar las bragas hasta que las puso a la altura de las rodillas de su dueña. En ese momento, la mano volvió a su posición anterior y pude ver cómo dos dedos se introducían en el coño de mi novia, mientras que el dedo pulgar se dirigió hacia el clítoris y empezó a acariciarlo. La respiración de mi novia se notaba muy entrecortada debido a la excitación, con su mano acariciaba el pelo de Eva mientras le susurraba que continuase. Pasados un par de minutos o tres, Eva cambió su posición y acercó su boca al clítoris de Laura sin sacar su mano del interior de su coño. Cuando empezó a lamer a Laura, los gemidos de esta empezaron a elevar su tono hasta que dando un pequeño gritito, se dobló hacia adelante y presionó la cabeza de Eva firmemente para que no parase lo que estaba haciendo. La cara de placer que vi en su rostro en ese momento era completamente indescriptible. No se si en algún momento habrá tenido algún orgasmo tan placentero en alguna de las sesiones de sexo que hemos ...