1. La consagración


    Fecha: 13/09/2022, Categorías: Anal Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... dirigirse hacia donde nos encontrábamos.
    
    Ambas no pudieron contener su exaltación y entusiasmadas salieron a su encuentro a saludar.
    
    - ¡Asere que bolá! – dijo riendo uno de ellos - lo que necesiten estamos aquí para selvirlas-
    
    -¡No les quepa la menor duda que los necesitaremos!- Respondió de inmediato Jo en llamas y casi sin respirar les preguntó.
    
    -¿Nos podrías recomendar alguna playa más adecuada para usar solo esta parte del traje de baño? - Indicando el pequeño tanga que llevaba puesto. – Aquí hay demasiada gente - agregó
    
    -¡Es para broncearnos sin marcas! – agregó con voz melosa Bernardita siguiendo la conversación a su vez que deslizaba la punta de los dedos por la espalda del segundo salvavidas.
    
    -Si nos esperan unos minutos las podemos acompañal, mientras tanto pediremos que les manden una fresquitas piña colada a cada una, eso es parte del servicio del hotel-
    
    ¡Qué rico! –Exclamé – gracias-.
    
    Pasado unos veinte minutos los chicos regresaron y Bernardita extendió su mano para levantarme de la reposera.
    
    -¡Vamos Fabiola, levántate!, ahí vienen esos bombones que se nos derriten al sol si nos demoramos -
    
    No caminamos más de 10 minutos y llegamos a una pequeña playa casi desierta con hermosas palmeras que casi llegaban al mar. Mis dos amigas no se hicieron esperar y se quitaron la parte de arriba del traje de baño.
    
    -¡Esto si es libertad!- Exclamaron mientras corrían a meterse al agua.
    
    Uno de los chicos corrió tras de ellas mientras el otro se ...
    ... quedó un instante mirándome fijamente.
    
    Era de mediana estatura pero con un físico muy bien trabajado, moreno con rostro definido y los ojos no se los podía observar porque llevaba los lentes de sol. Su acento caribeño lo hacía más seductor.
    
    -¡Oye mamacita, quieres que te ayude! – Me dice mientras se acercaba con la clara intención de quitarme la parte superior del bikini.
    
    -¡No papacito, tranquilo! – Respondí mirándolo coquetamente tomando firmemente su mano para detenerla – ¡yo me puedo vestir y desvestirme solita! -
    
    De inmediato corrí al agua dejando al chico bajo la sombra de la palmera mientras me unía a Jo y Bernardita que chapoteaban como niñas pequeñas.
    
    Ellas habían comenzado con su fiesta acuática. Mientras una estaba atrayendo al chico, la otra estaba a su espalda tocándole el culo cada vez que se presentaba la oportunidad.
    
    Nadábamos, jugábamos y chapoteábamos despreocupadamente felices en ese tibio mar caribeño. Jo y Bernardita ya sin ningún pudor ni recato se dejaban manosear completamente por los chicos.
    
    Así pasamos gran parte de la tarde y al vestirnos para regresar al hotel, Bernardita se dirige a Jorge Luis, uno de los socorristas.
    
    -¿A las diez en la barra del bar, mi amor?- Le dice mirándolo coquetamente entreabriendo sus labios.
    
    Subimos a nuestra suite a darnos un baño. Sabía sin que me lo dijeran que esta noche habría fiesta, jolgorio y quizá algo más. Así que comencé a llamar su atención -¡Chicas, escúchenme un momento por favor!- ...
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