... dejaba de gozar.
El marinero no podía creer que se estaba montando a Elizabeth, la señora inspectora de su trabajo.
Ella estaba tan excitada que con sus ojos cerrados, balbuceaba y gemía!
__asiiii asiiii, cogeme. Me estoy volviendo loca de placer. Asiiii, cómo me gusta la pija!!!
Mientras tanto las manos del capitán comenzaron a acariciar los pechos de Elizabeth; con sus dedos pellizcaba suavemente sus pezones masajeandoselos.
El placer de ella era tal que no se daba cuenta que eran dos hombres los que la estaban haciendo gozar, hasta que se da cuenta.
Y como había sucedido antes, se ruborizó un poco pero se deja llevar por toda la excitación y goce que estaba experimentando.
El capitán se para frente a su cara y le ofrece su pene. Elizabeth se lo mete otra vez en la boca y le hace una tremenda mamada, mientras que el marinero sige penetrándola por detrás.
Elizabeth no podía más del disfrute. Dos hombres la estaban cogiendo. Tenía una pija por detrás y otra en la boca.
Los suspiros y jadeos de ella eran tremendos.
__mmmm Mmmmm asii asiiii!! Síii siiiii ahhhhh ahhhhh!!
Luego hacen un cambio, el capitán vuelve a penetrarla y al marinero le toca la mamada.
Ella se mete el falo del marinero en la boca mientras con una mano acaricia con unos apretones suaves los huevos. El pene del marinero era grueso y de gran tamaño, excitando la de sobremanera a Elizabeth. El hombre mientras le succionaba el garrote, sus manos jugueteaba y sobaba los pechos ...
... de ella.
Los cuerpos de los tres estaban muy calientes. El marinero termina de sacarse el mameluco, quedando los tres al desnudo.
Luego el marinero se sienta en el camastro y Elizabeth se sienta en su pene boca adelante dando la espalda al marinero. Quedando perfectamente sentada cabalgado al marinero y chupándole la pija al capitan.
__mmmm. Así así, que buena cogida. Que ricas pijas me estoy comiendo. Les gusta?
__siiiii, que buena concha!!! Que buen culo. Que buenas tetas. Cómo me gusta cogerla!!! Asiiii, muevase asiiii. Decía el marinero tratándola de usted a pesar de todo.
Elizabeth estaba gozando como loca, su cuerpo hervía de deseo.
Ya no podía más de placer.
En la mente del capitán estaba la idea de gozar con el culo de Elizabeth y le propone ser penetrada por los dos al mismo tiempo. Por el ano y por su concha. A lo que ella le dijo que le iba a doler. Que mejor no.
Pero ella estaba que explotaba de deseo y lujuria. Era la primera vez que tenía dos pijas juntas, dos falos a su servicio. Y que estaban dispuestos a bañarla en leche y hacerla gozar hasta el agotamiento.
De a poco la fueron convenciendo.
Ella no estaba tan convencida pero acepto. Así que el marinero se recostó bien sobre el camastro, ella lo monto, agarró su pija enorme y se la acomodo en su vagina caliente. Elizabeth cabalgaba sin cesar. Sube y baja, sube y baja, mientras las manos del marinero apretabak sus pechos.
Por detrás el capitán acerca su cara al orificio anal y ...