Mi nuevo esclavo (Cap. 2): Adiestrando al gusano - Relatos Eróticos

Mi nuevo esclavo (Cap. 2): Adiestrando al gusano

... amiga preguntó dónde había conseguido a ese perro tan arrastrado, yo conteste, me lo gane en una rifa de cereal, ya en serio, él me mandó solicitud en uno de mis relatos y apenas me saludó me impuse y no supo qué hacer más que echarse a mis pies, y ahora mira, totalmente sin voluntad, le he dicho que si no se somete me deshago de él y se pone inquieto y ruega no le quite el privilegio de ser mi estúpido.

Mi amiga respondió diciendo “vaya yo quiero tener uno de este calibre, le dije “pues ya lo tienes en casa, hazte desear por tu marido y veras como el se desvive por consentirte y verás como después ya no podrá alejarse y si te haces la ofendida hará todo por estar bien otra vez; ella me dijo “oye muy buena idea, eso haré”.

Diez minutos más tarde me dijo “bueno cariño me voy para practicar tu consejo, le dije permíteme y enseguida hice sonar dos palmadas y al instante apareció mi gusano preguntando ¿Majestad en qué puedo servirle?

Enseguida respondí “La señora ya se va acompañala a su auto, le besas los pies y le abres la puerta para que ella suba y después delicadamente le cierras la puerta, mi gusano dijo “Será todo un privilegio mi Ama”. Durante el trayecto desde mi sala hasta la puerta del auto de mi amiga estuve vigilando al gusano y evitar de esa manera que mi gusano me dijera alguna mentira tratando de evadir el castigo correspondiente por no haber cumplido alguna de mis órdenes impuestas.

Al regresar mi esclavo se arrodilló a besar mis pies y así poder ...

... suplicarme permiso de entrar y así continuar sus obligaciones a mis pies, inmediatamente después de ingresar sin tener que darle la orden se dirigió de manera callada a recoger la loza que habíamos usado entre mi amiga y yo al beber el café, enseguida lavó todo sin premura para después terminar guardando todo y de manera automática regresar arrodillado ante mi como todo buen perro faldero y así servirme de descansa pies mientras yo me quedaba dormida esa noche con el masaje que me dió el gusano mientras yo disfrutaba de mi cómodo sofá. mi esclavo esa noche permaneció echado a mi pies quedándose dormido.

Al día siguiente como a las diez de la mañana sentí como mi perro fiel lamía nuevamente mis pies, sin embargo al ya estar despierta se me dijo que me llamaba por teléfono mi amiga del día anterior. En automático hice un ademán para que mi perro se largara a realizar sus bastas obligaciones domésticas mientras que yo conversaba con mi amiga, le pregunté a qué se debía el placer de su llamada; me dijo que su llamada era con el motivo de agradecer mi consejo, en ese instante aún a medio despertar no entendía a qué se refería por lo que le tuve que preguntar.

Ella respondió con sorpresa y agrado que lo dicho por mí acerca de su esclavo ella lo llevó a cabo con su marido y que la verdad durante toda la noche estuvo a su merced, yo le dije que diario podría tenerlo a sus pies siempre y cuando usara frases que parecieran ser ideas de él aunque subliminalmente ella se lo haya ...