1. Primera vez


    Fecha: 21/08/2022, Categorías: Bisexuales Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Acababa de cumplir 30 años cuando me sucedió esto. Debido a unos problemas de espalda y por recomendación médica me apunté a nadar a una piscina cubierta del Ayuntamiento. Iba unas tres veces en semana y lo hacía a mediodía. Tuve suerte porque había una piscina muy cerca de la oficina, así que aprovechaba y me iba a nadar.
    
    Lo hacía durante unos 30 minutos, una ducha rápida y algo de comida sana, que todo hay que decirlo, falta me hacía.
    
    Así mataba dos pájaros de un tiro, comía sano y además hacía deporte. La verdad es que después de varios meses me encontraba mejor y hasta había perdido algo de peso. Mi espalda lo agradecía.
    
    Un día estaba en las duchas después de haber nadado y entró un tío que no había visto antes. La verdad es que el tío estaba bastante cachas, unas espaldas enormes y unos abdominales bien definidos. Pensé que seguro que ese tío se las llevaba a todas de calle y que estaba harto de follar. No pude evitar fijarme en su polla que en reposo tenía un buen tamaño. También me fijé que iba totalmente depilado.
    
    En fin, me dije a mi mismo, de mayor me gustaría ser como él.
    
    Salí de las duchas, me sequé y cuando estaba sentado en los bancos del vestuario salió de la ducha. Llevaba el cuerpo mojado por el agua del ducha, de nuevo me fijé en su polla. Joder, parecía hasta más grande que en la ducha, menudo pollón gastaba el tío.
    
    Se acercó hasta donde estaba yo sentado y me parecio raro porque no tenía allí su ropa. Me fije que en ese momento no había ...
    ... nadie en el vestuario.
    
    Llegó hasta donde estaba yo y se acercó, se acercó mucho, tanto que su polla estaba a escasos centímetros de mi cara. Elevé la mirada y me encogí de hombros como preguntando que quería y entonces me dijo:
    
    - Me he fijado que te gusta mirarme la polla, así que ahora puedes mirarla bien de cerca.
    
    Me quedé helado, no supe que contestarle. El tió se había fijado en que le había mirado la polla un par de veces, bueno, quizás fueron más de un par de veces y quizás estuve demasiado tiempo mirándosela pero joder, soy hetero y me gustan las tías, me gustan mucho las tías.
    
    - ¿Te gusta mi polla? - me preguntó
    
    Mientras que se la agarraba con un mano y se echaba la piel hacia atrás dejando su capullo totalmente expuesto. No se que fue, si su cuerpo perfecto cubierto por gotas de agua, sus abdominales o su enorme polla pero me quedé petrificado mirándole, recorriendo con la mirada sus abdominales bajando hasta su polla y sus huevos. Nunca había tenido otra polla tan cerca y menos aún a la altura de mi cara.
    
    Si hubiera entrado alguien la situación hubiera sido bastante comprometida.
    
    Entonces aquel tío me agarró la cabeza con una mano y se acercó todavía más, tanto que sentí el contacto de su polla contra mi cara. Era la primera vez que sentiá otra polla y la tenía pegada a mi cara, a mis labios... la note caliente.
    
    Me sentí dominado por aquel tío y lo peor del caso es que no sabía como reaccionar. Era mucho más fuerte y alto que yo. Podía haberle ...
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