La sorpresa de mi compañera de oficina
Fecha: 15/08/2022,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Alcalde Orgasmo, Fuente: CuentoRelatos
... amiga que ya también traían algo se despidieron rato después dejándonos a Andrea y a mi solos.
Nervioso y emocionado por la situación, decidí tomar la iniciativa con Andrea, en medio de una charla insulsa la miré fijamente a los ojos, me acerqué a ella y le planté un beso breve que por tímido no dio en el blanco a pesar de su gran boca, rosando apenas su comisura.
Ella no se mostró sorprendida, al contrario me sonrió mientras retiraba la mano de su pierna. Tomó un poco de distancia cuando el mesero llegó con más bebidas. Me miró fijamente y me dijo: -Necesito que sepas que estoy saliendo con alguien- Esa frase retumbó en mis oídos y me recordó las 20 veces que por no atreverme con una chica alguien más se me adelantaba. -... sin embargo tú me gustas mucho, eres simpático y tengo ganas de pasar la noche contigo- me quedé petrificado ante sus palabras. Durante unos minutos no dije nada, sin embargo ella luego de tomar su cerveza, morder sus labios y quitarse los lentes, me dio un beso apasionado, intenso, mientras ponía sus manos en mi cuello.
Paga la cuenta y vámonos a mi casa, -me ordenó al oído-, a lo cual accedí sin chistar, mientras nervioso lancé un chiste al aire para relajar la situación -Vamos pues y que me perdone tu novio- ella soltó la carcajada mientras decía -mi novio jajaja.
Caminamos a su casa ya que ella renta muy cerca del trabajo y del bar a donde fuimos. Mientras subíamos las escaleras, me besaba y ponía mis manos en sus caderas, en su ...
... trasero y me repegaba toda su figura.
Cuando al fin entramos a su casa, me abalancé a su cuerpo, pero ella me apartó, me puso la mano en la boca en señal de que guardara silencio y me llevó a una recámara, iluminada apenas con la luz de la ventana, casi obscura. Ahí, comenzó todo, la tensión que traíamos por meses finalmente tenía salida, empezó por quitarse los tacones, colocándose a mi altura. Se giró, repegando su trasero a mis piernas, mientras agarraba mis manos y las subía de sus piernas a sus caderas, a su cintura, se detuvo en la cadena plateada que con algo de trabajos logré desabrochar mientras besaba su cuello.
Llevó mis manos a sus senos, me permitió conocer su tamaño, su firmeza, apretarlos mientras seguían atrapados en el sostén debajo de aquel vestido. Ahora yo la giré, ella desabotonaba mi camisa, mientras yo llevaba mis manos a sus nalgas, levantaba el vestido, que terminé de sacar por su cabeza. En ese momento supe que ella estaba preparando este momento, su lencería era de alguien que lo había planeado todo. Su coordinado negro satinado se complementaba con sus medias sostenidas firmemente a un fino liguero de encaje.
Di un paso hacia atrás para observar a detalle toda su figura, momento que ella aprovechó para arrodillarse, maniobrar y aflojar mis pantalones, mi bóxer liberando mi miembro que a esas alturas ya chorreaba líquido seminal.
-Está llorando, pobrecito, voy a consolarlo- mientras se mordía los labios y con una de sus manos lo tomaba y lo ...