Le entregué mi virginidad a mi Amo
Fecha: 08/08/2022,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: Aria09, Fuente: CuentoRelatos
... recobrara el aliento con facilidad.
Sentí que la punta de la su verga rozaba mi concha completamente empapada y solo eso avivo mi fuego interior. Me besó con pasión y sus besos bajaron por mi cuello hacia mi pecho, bajó un poco el sujetador sacando mis tetas de él y comenzó a lamerlas, apretarlas y chuparlas. Mordisqueaba mis pezones, los estiraba y lamía, ese sutil dolor que me encantaba, mi conchita se movía en busca de su verga, pero las ataduras me lo impedían y eso me frustraba, la deseaba dentro de mí.
Seguía jugando en mi pecho pero ya no podía aguantar más.
“Amo, por favor, dame tu verga. Quiero sentirte dentro”
“Claro, cariño.” Sus manos fueron hacia el antifaz y me lo sacó. Me dio un beso y me dijo “Quiero que me mires a los ojos, pequeña.”
Lentamente fue metiendo la punta. Solo alcancé a jadear un “Sí” complaciente. Miles de sentimientos y sensaciones recorrían por mi cuerpo y mi mente. Desde un poquito de dolor, hasta la sensación más placentera del mundo, finalmente era completamente suya.
Su verga entraba en mí muy despacio, y muy lentamente comenzó a moverse adelante y atrás, despacio y suave.
“¿Así, pequeña?” Me preguntó. Realmente me estaba encantando el cuidado que tenía y con el amor que lo hacía pero necesitaba sentirlo más y sin dejar de verlo a los ojos le respondí.
“Más… Dame más, por favor”
Aceleró un poco el ritmo, mi conchita estaba increíblemente empapada, se adaptaba completamente a su verga poco a ...
... poco. Cuando sintió que su verga se amoldaba más en mí fue aumentando el ritmo en forma gradual mientras me besaba y acariciaba. Su pubis golpeaba contra mi cuerpo en cada embestida, mientras su verga chapoteaba al entrar en mí. El ritmo era bastante rápido, su verga entraba hasta el fondo en cada empujón, la sentía completamente.
“Sí, así… Fóllame, Papi.” Jadee.
Agarró mi cara con sus manos me besó, un beso de pura conexión perfecta, de deseo y amor absolutos. Me movía a su ritmo, nuestros cuerpos se fundían en uno solo. “Naciste para ser mía.” Me dijo.
“Estoy cerca, Papi. Permíteme acabar para vos.”
Sonrió, ahora si podía verlo, esa sonrisa de satisfacción que me encanta, sin borrarla me dijo “Aguanta solo un poco, mi niña. Yo también estoy a punto”
Aumentó un poco más el ritmo, mis jadeos y los de él se escuchaban en la habitación junto al chapoteo de su verga en mi concha.
“Ahora, pequeña. Dámelo todo, acaba para mí.”. Mi cuerpo comenzó a temblar debajo del suyo, la cantidad de sensaciones que recorría mi cuerpo realmente era y hoy en día es indescriptible. Mientras acababa sus embestidas fueron aún más fuertes, cogiéndome con pasión. Gemía con fuerza.
Sacó su verga de mí y acabó sobre mi vientre, su leche alcanzó mi pecho. Aún jadeaba y temblaba mientras me quitaba las ataduras.
Me sonrió, me besó y me dijo “Muy bien, pequeña.” Se tumbó junto a mí.
“¿Te ha gustado, nena?”
“Muchísimo. Más de lo que imaginé. Gracias, bombón.”