Caballero de la lujuria
Fecha: 28/06/2022,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: Legasex, Fuente: CuentoRelatos
Os traigo la historia de un caballero de reluciente armadura tan mujeriego encontrará una sorpresa en la atractiva joven que encontró en uno de sus viajes e intentara conquistarla. ¿Cazador cazado?
Cenaron en una taberna donde las mesas, sillas, barra, paredes, techo… era todo de madera y agradable, los juglares sonaban de fondo. Él escuchando embelesado la dulce voz de ella, hipnotizado por sus preciosos ojos mientras la escuchaba. Se tomaban las manos con delicadeza, se acariciaban los brazos, mientras se miraban a los ojos, desatinando las palabras. Todo un poco a propósito, un poco dejándose ir. Fallándoles la respiración, desconcentrados.
Él se dio cuenta de que por varias horas había llegado a descansar la cabeza, olvidándose de la misión.
Después de una buena cena y mientras sonaban las gaitas y tambores, fueron a bailar entrada la noche, en un sitio íntimo y tranquilo. Bailando muy pegados. Calentándose hasta quemarse. Él, apretando el culo de ella mientras se meneaban, moviéndose embriagado, dominado por la danza de sus caderas. Dando vueltas y más vueltas, despacio. Despacio. Nervioso con el roce de sus labios contra los de él, recibiendo sus besos entre risas, como pequeños picotazos. Con la mirada perdida contemplando su sonrisa radiante, seductora y arrebatadoramente atractiva. Atontado mirando cómo ella se apartaba, con un gesto de cabeza, el pelo de la cara. Respirando deprisa cuando entre paso y paso le hablaba al oído, con susurros que le ...
... acariciaban la lívido. Embriagado oyéndola decir que le apetecía...
Aunque ya no quedaba casi nadie en el restaurante, se retiraron a un rinconcillo, porque no podían ya resistir el deseo de abrazarse y besarse, entre dos árboles que hacían de vigas del restaurante, sin prisa, sin detenerse. Embelesados al besarse penetrando con las lenguas, tragando su saliva, mordiéndole ella, chupándola él...
Con el hormigueo en el cuello de los dientes de ella, él volvía a sentirse seducido, a gusto, derivando en sensaciones. ¿Podía estar realmente seguro de que ella no era una guerrera de sus enemigos y que todo estaba preparado desde el principio? Todos los detalles en que se había fijado desde el primer día revelaban todo lo contrario: La forma de encontrarse en el camino, aquella hoguera en el bosque, había tenido muchos momentos para deshacerse de él.
¡Qué demonios, demasiado rebuscado! Llevaba muchas semanas sin apenas rozar a una mujer, y ahora que podía pasarlo bien con una increíble y delicada dama, empezaba a dudar. Abandonó ese pensamiento.
En la habitación de la posada, la abrazó por detrás, acariciándola con manos fuertes y con delicadeza. Quitándole la ropa, pausadamente. Ella dejaba que las manos de él empezasen a viajar por su cuerpo mientras la desnudaba. Desnuda. Desnudo. La depositó suavemente sobre la cama. La cubría de besos, deslizaba su lengua por todo su cuerpo, saboreándolo.
Todo le llevaba a sentir un control absoluto. Las yemas de sus dedos recorrían cada ...