1. Esclavas del mar


    Fecha: 24/06/2022, Categorías: Dominación / BDSM Autor: noeliamarrana, Fuente: CuentoRelatos

    ... esperas? Hora de trabajar zorra. –me dijo, señalándome su verga. Me puse de rodillas entre sus piernas, acomodándome para llevarme ese magnífico güebo a mi boca.
    
    Primero introduje su glande lentamente, para acariciarlo suavemente con mi lengua y mis labios. Estaba brillante, por el líquido pre seminal que me sabía a gloria. Lo tome con mi mano derecha y apreté un poco para ver cómo salía más juguito como si se tratara de un tubo de crema. Lo veía, y luego que había suficiente líquido, me lo metía en la boca, pero solo la punta, para saborear el delicioso líquido. David me tomo por el cabello, con cierta agresividad me hizo tragarme su verga más o menos hasta la mitad. En ese momento puse mis manos en el piso, quedando yo en cuatro, lo que le permitió a David controlar mejor la mamada que yo le hacía. Su miembro era realmente enorme, lo que me producía arcadas cada vez que David me empujaba a superar el límite al que yo llegaba. Cuando el notaba que me venían las arcadas, el me sacaba el enrome güebo de la boca y me hacía recorrer el resto de que me faltaba con mis labios y mi lengua, llegando a restregar mi rostro contra sus enormes bolas, las cuales se notaba que estaban bien cargadas de leche, o al menos es lo que me imagine.
    
    Continué mamándole el güebo un buen rato. Toda su verga y sus bolas estaban bien empapadas de mis babas, así como mi rostro de tanto que David lo restregó contra su verga. Sin soltar mi cabello, me hizo alzarme, llevándome hacia su cuerpo, ...
    ... poniéndome de rodillas con él entre mis piernas. –Baila –me dijo, al mismo tiempo que me daba una buena nalgada, y con ambas manos me tomaba las tetas para chuparlas y lamerlas. Yo obedecí de forma muy sumisa, y comencé a mover las caderas de nuevo, con el mismo baile “twerk” pero ahora restregando mi empapada vulva y mis nalgas contra su miembro erecto. El roce con su güebo me excitaba sobremanera, y qué decir del trato que le estaba dando a mis enromes tetas, las cuales comenzó incluso a morder deliciosamente mientras las tomaba con bastante fuerza y deseo. Ese trato algo brusco y agresivo me fascinaba, me hacía excitarme muchísimo, a diferencia de Gino que siempre me trataba dulcemente. Ok, ok, eso también me gustaba, pero de esta manera en cierta forma me sentía más deseada, y por supuesto, mas entregada.
    
    En un momento dado en que movía mi culo, el negro soltó una de mis tetas y tomo su verga para posicionarla de cierta forma que con mis movimientos se metiera en mi cuca, y logro su objetivo, en el momento en que sentí que su glande comenzaba a entrar, detuve el movimiento rápido para pasar a hacerlo lentamente, sintiendo como mi cuquita se estiraba cada vez más y más para darle paso al poderoso miembro de David. Comencé a gemir cada vez más fuerte a medida que entraba esa verga, al igual que el negrazo que me estaba haciendo suya. No llegue a metérmelo completo, llego un momento en que tuve que parar porque sentía que me partía en dos. –que zorrita tan inexperta… tranquila ...
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