Nuestra Historia
Fecha: 08/06/2022,
Categorías:
Lesbianas
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... pensamientos pasaban por mi mente, nunca había hecho eso por nadie, irme a una cuidad desconocida a verme con una persona con la cual solo habíamos hablado, parecía una locura, a las pocas personas que les conté me decían que estaba loca, que eso no debería hacerlo, que hay mucha gente enferma en este mundo y que no sabía qué clase de psicópatas hay en las calles y no sé qué más, mis oídos estaban totalmente sordos a esos comentarios y allá llegué.
21 de junio 7:00 am, me encontraba en el aeropuerto internacional de Bogotá, esperando por ella, como lo comente anteriormente, vivía a hora y media aproximadamente de la capital, pero a pesar de vivir tan cerca no la conocía tanto, así que el llegar al aeropuerto para ella no fue tan fácil, los minutos pasaban y mi mente volaba, pensaba en cómo era, cómo la iba a reconocer, que le iba a decir cuando la viera, y se pasó por la mente decirle “hola, mucho gusto, el amor de tu vida” y darle un beso, lo planee tanto, que ya tenía todo fríamente calculado, solo faltaba que ella llegara para hacerlo.
21 de junio 9:00 am, seguía en el aeropuerto con el corazón en la mano, varias horas habían pasado y ella aun no llegaba, se había perdido, la llamé para preguntarle cómo iba y solo me atinó a decir que estaba perdida, cerca, pero perdida, que tenía que tomar otro bus para llegar, pero que estaba como a 5 minutos, se escuchaba el nerviosismo en su voz, me preguntó en que puerta me encontraba yo, y le comenté que estaba en la puerta 3, ...
... ella había llegado a la 10, o algo así, no recuerdo muy bien por lo nerviosa que estaba, salí por la puerta y empecé a caminar hacia donde ella se encontraba mientras ella hacia lo mismo, y empezamos un conteo de las puertas, 3, 4, 5… y entonces la vi y me vio, aun con los celulares en las manos, lo único que pude hacer fue darle un beso en la mejilla y abrazarla por un rato largo, me bloquee, todo lo que había planeado decirle se fue a pique, no podía ni articular bien nada, me deslumbre con lo hermosa que era, su piel blanca, con ese cabello crespo que me encantaba, una sonrisa nerviosa hermosa que iluminaba ese momento y un cuerpo que despertaba lo más bajos instintos, no es una mujer alta, todo lo contrario, es de contextura pequeña, con una cintura divina y unas caderas que enamoran, su cuerpo en total armonía, estaba atónita con ella, me impacto, me gusto más de lo que imaginé, de verdad lleno todas mis expectativas y más.
Al salir ya un poco del shock en el que nos encontrábamos nos dirigimos a buscar un transporte, ya que ella había planeado la ida a un lugar mágico a las afueras de la capital, un lugar lleno de naturaleza y armonía, el parque Jaime Duque, definitivamente logró conocerme muy bien en el tiempo que hablamos, ya que fue un lugar de todo mi agrado. Mientras nos dirigíamos hacia allá, los nervios me ganaron, y empecé a hablar hasta por los codos, una verborrea intensa, se puede decir que paraba solo para tomar más aire para hablar, y así me la pasé todo ...