Feliz y sádico Año Nuevo
Fecha: 29/05/2022,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... clavos y el culo se me apretaba entorno al plug y la electricidad se hacía mucho más fuerte.
Sufrí mucho, hasta que no cambió el modo del plug y lo puso intenso y largo no conseguí sentir placer. Pero esas ráfagas largas en mi culo con el vibrador en el clítoris hicieron que me corriera. Seguía sintiendo placer, pero estaba agotada y no conseguí llegar al segundo orgasmo con la electricidad.
Me puso una cadena enganchada al collar, quitó los parches de electricidad y me hizo levantarme.
Me puse en pie despacio y levanté el potro con mis tetas clavadas. Sentía su peso y los clavos en mi piel. Me encantó esa sensación. Me daba un poco de miedo que los clavos me atravesaran la piel por el peso, pero la sensación de tirantez era genial y me habría encantado que se hubiera añadido más peso.
Tiró de mi correa y me hizo salir de la mazmorra. Prácticamente no veía nada, no sabía si el potro cabría por la puerta, me giré un poco, el potro se iba bamboleando, tirando de mis tetas.
A la salida de la mazmorra me hizo parar, me tocó el coño, me acarició el cuerpo, me lamió las tetas por donde me atravesaban los clavos, me mordió en el cuello e hizo que me corriera.
Siguió tirando de la correa, tocaba subir las escaleras. No podía agarrarme a nada porque seguía teniendo los brazos a la espalda totalmente dormidos, no podía ver los escalones, ni tampoco los extremos del potro que empezaban a chocar con las paredes. La escalera era estrecha, más estrecha que el potro. ...
... Pronto me pegó un tirón fuerte en las tetas. El potro chocaba y tuve que girar el cuerpo. Mi Amo se reía de mi, me llamaba puta imbécil. Empecé a subir los peldaños con el mismo pie, para poder ir de lado, eso hacía que perdiera la estabilidad y que me cansara mucho más rápido.
Tocaba el otro tramo de escaleras. El giro de esas escaleras fue difícil. Las piernas me fallaban, no veía dónde empezaban y acababan los peldaños, perdí el equilibrio, me caí. Pensé que caería escaleras abajo, me despedí por un segundo de mis pezones, pero por suerte justo detrás de mi estaba el poste de madera de mitad de las escaleras y me aferré a él con las manos a través del armbinder. El tirón de los pezones fue duro, el del cuello por la cadena que Él sujetaba también, las piernas casi ni me respondían, de la fuerza que hice para ponerme en pie me volvieron a saltar las lágrimas.
Llegamos al dormitorio. Me quitó el plug eléctrico, hizo que me inclinara sobre el potro y empezó a follarme el culo. Me sentí un mueble, me encantó. Las tetas dobladas sobre los clavos, hacían que me estiraran los pezones y a la vez se me clavaran las cabezas de los clavos en la piel. Me folló hasta que las piernas dejaron de responderme y caí de rodillas.
Me sacó los clavos, pero algunos los dejó en mi carne. Qué dolor al quitar los clavos de los pezones, ¡qué espanto! Sentía cómo si me los retorciera, como si me clavara agujas, no sé explicar cómo era esa sensación, no sé si los sacó de alguna forma especial ...