Feliz y sádico Año Nuevo
Fecha: 29/05/2022,
Categorías:
Dominación / BDSM
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Me puse el vestido de rejilla negro, sin ropa interior y los zapatos rojos de tacón para la cena.
Ya cenando le pedí permiso para hacer pis y con una sonrisa picarona me mandó a hacerlo al jardín. No vino a verme. Salí por la puerta de delante y me fui hacia el césped, no sentía frío, estaba tan cachonda y medio borracha que hasta tenía calor. No me dejó limpiarme, así que mi pis se mezcló con mis fluidos.
Había preparado las cosas que me dijo en la mazmorra. Puse el potro delante del gran espejo y al lado una mesita con los clavos y algunas cosas más.
Poco después de las uvas fuimos a la mazmorra.
Me hizo desnudarme y me puso el armbinder bien apretado con los brazos a la espalda y la máscara de gas. Podía verme en el espejo de delante, pero no podía ver mis tetas que ya estaban sobre el potro esperando a que las clavara.
Sentí los primeros clavos. Pensé que me había atravesado los pezones, dolieron mucho, pero solo los había puesto a los lados. Los siguientes sí que fueron en los pezones. Más pequeños, pero bastante dolorosos al atravesar justo el pezón.
Adoro que me clave al potro. Siempre recuerdo la primera vez que lo hizo, lo asustada que estaba, esos clavos que aun llevo siempre conmigo en un sobrecito. Siempre hace que me sienta muy unida a Él.
Intenté mirar dónde me había puesto los clavos, pero no lo conseguía con la máscara, solo de refilón conseguía verme una teta, y sí, los pezones estaban bien clavados.
Me metió el plug eléctrico en el ...
... culo, aunque dolió por los lados afilados que tiene, me sorprendió la facilidad con la que entró, debía de estar muy lubricada.
También puso parches de electricidad rodeando algunos clavos. No vi cómo los puso, pero la electricidad me atravesaba los pezones, creo que los debió de poner en los dos de los extremos, pero la electricidad se concentraba en el clavo del pezón. Era tan doloroso…
La electricidad de los pezones era intensa y larga, mientras que la que llegaba al culo era en oleadas cortas y fuertes. Eran como agujas que me atravesaban el culo y se clavaban en mi clítoris. No podía parar de llorar, el dolor era tremendo. Se me empañaron los cristales de la máscara y en el espejo ya solo podía ver mi silueta borrosa y la suya dando vueltas a mi alrededor.
Cogió una vara y empezó a azotarme el culo, a veces me daba en la cabeza, en la máscara, esos golpes me humillaban mucho, me dejaban fría. Cambiaba los niveles de la electricidad, la subía y bajaba, el dolor era grande, el de los pezones terrible y el del culo muy desagradable.
Me puso el vibrador contra el clítoris agarrado en las medias, pero no conseguía sentir placer, la electricidad hacía que sólo sintiera dolor.
Sudaba, el aire que respiraba estaba recalentado, en los cristales empañados ya veía gotas por la condensación y de vez en cuando Él me apretaba la máscara tapando los huecos por los que podía respirar. A veces me asfixiaba durante tanto tiempo que mi cuerpo se movía solo y me tiraban los ...