1. Siguiendo las órdenes


    Fecha: 21/05/2022, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... había besado sus pies, había chupado su verga y había llamado Señor, en fin me había entregado a sus deseos y eso era todo lo que yo quería para mí.
    
    Mientras me penetraba con total impunidad yo caí en un éxtasis tal, que lo que me trajo de nuevo a la realidad fue una sensación de ardor, eran sus manos azotando con fuerza mis glúteos mientras me decía agitado y caliente - contá!-. Deduje que se refería a contar la cantidad de azotes que me daba, y cada uno que me daba se sentía más que el anterior, ardía, quemaba, casi podía visualizar como dejaban marcas y ansiaba verlas, me hizo contar hasta que el considero que era suficiente, para empezar.
    
    Me llevo a la cama, me puso boca arriba y se metió entre mis piernas, para seguir en ese frenesí de penetración vaginal, que está vez sincronizaria con una sesión de mordiscos a mis pezones, que en un momento creí que arrancaría, pero no, al parecer, yo podía soportar más dolor del que pensaba, y así en medio de esa mezcla de sensaciones comenzé a sentir que venía un majestuoso y necesario orgasmo, que creo había esperado toda mí vida y ahi, justo en ese momento, me permitió mirarlo solo para decirme -vas a acabar cuando yo te diga, me oíste?- me miraba tan fijo que parecía leerme la ...
    ... mente -si, señor- respondí, mientras él embestía convirtiendo el placer en sufrimiento, solo alguien que "aguanto" un orgasmo sabrá de lo que hablo, y en esa lucha por frenar mí clímax, mientras me miraba fijo, por momentos era tierno e inmediatamente feroz, se acercó a mí y me susurro al oído -llegas a acabar y te hago mierda, vos viniste a qué te cogiera un macho y ahora vas a acabar cuando tu macho te de permiso, entendiste?- fue la mezcla de su voz profunda y la tranquilidad con la que lo dijo que hizo que suplicara para poder liberar esa explosión, y entonces dijo - acaba, dámelo todo, eso es todo mío, tus orgasmos son míos, vos sos mía, putita, nunca más vas a ser de nadie más, sos mía!- se que siguió hablando pero no pude escuchar más, me fui, me perdí en el orgasmo más impresionante, doloroso y raro que había sentido jamás, hasta ese momento, me trajo nuevamente a la realidad con un muy buena bofetada en mí cara mientras me decía -No me diste las gracias! A partir de ahora me agradeces cuando te deje acabar! Cómo se dice?- -Gracias, señor- dije mirándolo...
    
    Después aprendi a dar las gracias a que vendrían mejores orgasmos y al parecer pase bien la prueba, no volví a ser de nadie más y nunca mas acabe sin su permiso... 
«12»