Mi historia con Paloma
Fecha: 02/05/2022,
Categorías:
Lesbianas
Autor: womanpenelope, Fuente: CuentoRelatos
... hacerla mía. No sabía cómo lo haría, pues yo no tenía experiencia ni nada.
Quiso la casualidad que cayera en mis manos unas revistas porno que mi padre había comprado y que dejó debajo del colchón, para que yo no las viera, pero claro, al hacerle la cama, las vi.
En las revistas aparecían fotos muy claras de cómo una chica tiene que tratar a otra, a parte de algunos relatos que me parecieron algo bestiales. Me empapé de todo aquello, todas las mañanas me veía las revistas y no paraba hasta que me masturbaba. Mamá me encontró más delgada que de costumbre el fin de semana siguiente. Un buen día, las revistas desaparecieron. Supongo que las compró papá en un mal momento.
Comencé a cambiar de actitud con Paloma. Procuraba quedarme a solas con ella. Un día entré al cuarto de baño mientras ella se duchaba, y me dediqué a hablar con ella y a observarla mientras se enjabonaba. Me pidió que le diera por detrás, y la enjaboné. Luego le alargué la toalla...
¡Qué magnífica mata de pelo negro cubría su sexo! Y en medio, se distinguía la hendidura que esconde su clítoris. Qué lindos pezones, que estaban rugosos por el agua que le había caído y el frío que pasaba mientras le entregaba la toalla lentamente.
Comencé a tomar por sistema la medida de entrar en el baño cuando ella estaba, especialmente si no estaba papá. Un día escuché el chorrito de pipí a través de la puerta. Entré. Creía que me echaría una bronca, pero no me dijo nada. No le pareció mal. Comencé a pintarle ...
... las uñas de las manos, también la convencí para que se pintara las de los pies. Comencé a ayudarle a depilarse (Yo no me he depilado en mi vida). Indudablemente, le comencé a echar crema bronceadora y protectora donde no llegaba su mano.
Primer intento.
Un día nos alejamos mucho de la urbanización, porque Paloma quería hacer top less y la playa estaba vacía. Me dijo que le echara cremita por todo el cuerpo. Estaba tentadora. De espaldas al sol, me ofrecía un trasero redondo y moreno en parte. Comencé a broncearle las pantorrillas, mientras pensaba si hacer o no hacer lo que estaba pensando. Sus pantorrillas dieron paso a sus muslos. Los amasaba intentando inculcar una presión y un ritmo que le aseguraran a mi hermana que aquello era un reclamo sexual.
Le pedí permiso para darle crema en el trasero. Aceptó. Le dije que le apartaría el bañador para extenderla bien. No me contestó. Comencé a embadurnarle de crema las nalgas y el interior de los muslos. Me sentía excitada y mi respiración se aceleraba. Estaba segura de que si hablaba, Paloma lo notaría, así que pasé a extenderle la crema por la espalda.
Mi mano se escurría por los laterales, deseaba tocarle los senos. Cada vez mis manos iban más hacia abajo. Esperaba que de un momento a otro Paloma diera media vuelta, y me quitara el bote o me cortara el rollo de alguna manera. Pero en lugar de eso, se dio la vuelta, para que le extendiera la crema por la parte delantera.
Comencé por la cara, primero por la frente, ...